Tarjetas para parados y despedidos

Una empresa norteamericana que es una gran fabricante de tarjetas postales ha tenido la idea de poner a la venta tarjetas para parados y despedidos. Parece que se trata de que el que pierde su trabajo se felicite con una postal optimista que le anime a superar el trance. En la foto podemos ver el texto de una de ellas. El objetivo es que la persona supere ese bache pensando algo así como que el trabajo no lo es todo o que el no tener trabajo es algo temporal. Supongo que eso puede servir en el mercado de USA, donde hasta ahora ha sido proverbial la movilidad laboral de los trabajadores, cambiándose de uno de los Estados a otro cuando es necesario, incluso a gran distancia.

No sé si estas tarjetas tendrían la misma viabilidad en España, donde desde 2004 hasta 2011, bajo un Gobierno del PSOE, se gestó una crisis sin precedentes en los tiempos modernos. Mucha gente perdió su empleo o su empresa y otra mucha gente ni siquiera pudo incorporarse al mercado de trabajo cuando entró en edad de hacerlo. La rigidez laboral en España carece de la flexibilidad de la existente en EE.UU. y en otros países desarrollados. Sólo en la enorme economía sumergida que existe se encuentra un cierto alivio al tapón.

Esta tarjeta que circula a modo de meme por Internet no es de las de esa empresa norteamericana pero sigue la misma filosofía de animar a los que sufren la lacra del despido o de la quiebra de su empresa.

El sistema autonómico ha fomentado que muchas personas sean reacias a la movilidad, por no hablar de aquellas regiones donde hay inmersiones lingüísticas en lenguas regionales, lo que dificulta aún más la cuestión, máxime cuando tales políticas conllevan una implícita xenofobia hacia el ciudadano que viene de otra región.  Tampoco ayuda mucho la rígida estructura de unos sindicatos anticuados y que son casi entidades funcionariales que viven del presupuesto público.

Por ello, creo que en España quizás fuera más idóneo promocionar tarjetas donde la persona afectada se enfrente a la dura realidad y reaccione por sus propios medios. Aunque es difícil desde luego decir que és mejor, si asumir esa dura realidad o evadirse, porque la cosa tiene miga, no sólo para el interesado que sufre el trauma, sino para su entorno.


MIENTRASTANTO

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