El caso de las limpiadoras
desnudas texanas ha creado una gran polémica en ese Estado de EE.UU. Cuando a
la señorita Borret se le ocurrió la idea de ofrecer esos servicios de chicas
limpiadoras en pelotas, tuvo éxito. Estaba arruinada, con un hijo de soltera y
deseaba salir de esa penosa situación. Pero rápidamente las autoridades del
Estado intervinieron para requerirle el pago de ciertas tasas y amenazas de multas por falta de permisos, entendiendo que esos servicios son de carácter sexual.
Parece ser que es un
servicio de limpieza real pero que los que lo soliciten pueden pedir que las
mujeres que acudan a su casa limpien desnudas o en ropa interior. Lo que no
pueden es tocar y el cliente tampoco puede despelotarse mientras ella limpia.
En principio, parece que es
un servicio para hombres que vivan sólos y con afición al voyeurismo. Aparte de
que la limpiadora con ropa sexy siempre ha sido un mito erótico de los hombres.
Este tipo de servicios se ofrecen en otros lugares. En Francia hay una empresa
dedicada a ello y las claúsulas son parecidas a las que pone la señorita Borret
en su negocio.
En principio no es más que un juego erótico. No sé como se llevará o gestionará ese tipo de empresas, pero lo que veo más problemático es que solicite el servicio un cliente que esté de atar. Porque después de que ella le esté mostrando el potorro por delante y por detrás, mientras pasa el aspirador, si el elemento se emborrica y quiere pasar a más, ¿qué?.
El recurrir al desnudo de chicas como reclamo en bares dedicados sobre todo al público masculino ya no es tan extraño. Antiguamente fueron los clubs nocturnos donde las mujeres servían copas con los pechos al aire, pero ahora hay cervecerías corrientes con mujeres despelotadas.
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2 comentarios :
Prostitucion encubierta, en Estados Unidos la prostitucion es un delito. Esta claro que quieren engañar a las autoridades
Evidenetemente esa es la gracia, que una vez en el domicilio del señor nadie puede saber si llegan a un acuerdo para limpiar otras partes.
Una muestra más que la sociedad civil se sobrepone a los límites que el poder público opresor trata de establecer contra toda lógica.
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