La democracia es el menos
malo de los sistemas políticos, como suele decirse, pero tiene el peligro de
acabar en demagogia, corruptocracia, kakistocracia, cupulocracia, abusocracia y
finalmente todo unido en la cagarrocracia. La demagogia consiste en que los
sentimientos de la masa son adulados por los políticos. Las masas son
manipuladas por individuos sin escrúpulos que ansían el poder. El político
demagogo se aprovecha de los amplios sectores sociales más emotivos e
ignorantes. Los demagogos hablan del pueblo pero en realidad manipulan a la
masa. La demagogia es la forma degenerada de la democracia.
KAKISTOCRACIA
La kakistocracia, el
gobierno de los peores, es otro de los males que acechan a la democracia. Cuando
se habla de democracia, se da por sentado que los que se presentan a las
elecciones tienen un mínimo de preparación contrastada para desempeñar altos
cargos. Algo así como que para elegir al cirujano jefe de un hospital, se da
por sentado que los que se presentan a la elección son cirujanos.
En política, muchas veces
parece que los partidos políticos hicieran una selección a la inversa. Cuanto
más incompetentes y peores, mejor. La gente cualificada y bien intencionada no
puede hacer carrera dentro de un partido que está tomado por lo peor de los
peores. Muchos olvidan que los votos dan poder pero no sabiduría.
CORRUPTOCRACIA, CUPULOCRACIA
Y ABUSOCRACIA
Cuando los partidos
políticos son ocupados por mediocres que actúan según sus intereses personales
de promocionarse socialmente y medrar, se fomenta y practica la cupulocracia,
que es la dictadura de las cúpulas de los partidos. Eso da lugar a la
corrupción y a institucionalizar la corruptocracia.
Gente que ya sólo puede
vivir de la política se convierte en élites oligárquicas que se apoderan del
Parlamento, de los medios de comunicación, de las Universidades, etc. Intentan
colonizar a toda la sociedad para su provecho. Regionalmente se manifiesta en forma
de caciquismo. La democracia deviene en abusocracia
CAGARROCRACIA
La cagarrocracia, el
gobierno de los cagarros, es un compendio de todos los males anteriores.
Demagogia: Gobierno de los
demagogos
Corruptocracia: Gobierno de
los corruptos
Cupulocracia: Gobierno de
las cúpulas de los partidos
Abusocracia: Gobierno de los
abusadores
Kakistocraca: Gobierno de
los peores
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6 comentarios :
El proceso kakistocrático comenzó hace unos 30 años en el sector privado empresarial, y se extendió acto seguido al sector público. Así tenemos las empresas que tenemos y los organismos públicos que tenemos. Ni más ni menos que las que nos merecemos, por haber ido mirando para otro lado, por no haber sido capaces de mover un dedo contra la escandalosa falta de sentido común en todas las actuaciones que han ido rodeando nuestras vidas en todos los ámbitos.
Así es fractalio. La simbiósis entre grandes empresas y política cada vez ha sido mayor. Muchos políticos desgastados son colocados en consejos de administración de empresas o como directivos mientras esas empresas buscan el favor político para su actuación empresarial.
Lo malo es que este sistema tiene ya raices demasiado profundas como para darle la vuelta del revés. Pero parte de la culpa es nuestra por no haber hecho nada ni habernos quejado hasta que la crisis hizo salir a la superficie todas estas prácticas.
A ver quien es el guapo que los menéa ahora de sus poltonas.
Candela:
Tienes razón. Cuando la corrupción y la demagogia se instalan en los partidos políticos y por consiguiente en un sistema político, es muy difícil de erradicar. Los corruptos y los demagogos no gustan de corregirse a sí mismos. Y el público acaba acostumbrándose a esa degeneración democrática.
En definitiva que en vez de democracia tenemos tirania u oligarquia. Y abría que tomar las armas contra ellos, pero eso sería terrorismo ¿no?
Periódico:
Yo no lo llamaría tiranía, porque en la tiranía todo el mundo sabe a que atenerse, mientras en la democracia degenerada la gente vive en una mentira. Cree estar en una democracia cuando es falso. Más bien sería una oligarquía de Partidos políticos.
Por otro lado, la palabra tirano está denostada pero no hay que olvidar que el tirano procece de la antigua Grecia. Cuando las cosas se ponían muy mal, la asamblea elegía un Tirano en la persona que consideraban más capacitada y durante un número determinado de años, para que asumiera todos los poderes y les sacara del embrollo.
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