Lo que se conoció en su día
como guerra de las máquinas de coser y el invento de la venta a plazos está muy
relacionado. La guerra como tal empezó en 1830 cuando un sastre francés, Thimonnier, inventó
la primera máquina de coser, aunque primitiva. Fue asesinado por el gremio de
sastres franceses que vieron en peligro su negocio de costura manual. No se andaban con bromas. O sea, la
guerra de las máquinas fue una guerra entre inventores de la máquina y los
gremios de sastres y costureras y otro conflicto entre los propios inventores. Veamos la interesante historia después del asesinato de Thimonnier.
Guerra de patentes
Elias Howe, un inventor
norteamericano patentó su máquina de coser de puntada en canaleta con dos hilos
basada en la idea de otro, de Hunt, que no la había patentado. Pero Isaac
Singer fue el que desarrolló el sistema para comercializarlo en 1850. Howe
emprendió acciones legales contra Singer y empezó la guerra con abogados. La
demanda de Howe era fuerte y Singer sólo vendía máquinas para complejos
industriales porque era muy cara, lo equivalente a dos años de sueldo medio de
un trabajador de EE.UU.
Invento de venta a plazos
Entonces, Singer, espoleado por la
necesidad de expandir su negocio y disponer de dinero para poder hacer frente a
una derrota en la guerra de las máquinas de coser contra Howe, inventó la venta
a plazos. Por una módica cantidad mensual, las amas de casa podrían tener su máquina
de coser en casa. Ello provocó la expansión brutal de la ventas. Incluso
recurrió a la venta a domicilio mediante comerciales instruídos para tal fin.
El caso es que Singer perdió
la guerra. Howe tuvo que ser indemnizado. Cobraba por cada máquina fabricada.
El primer pago que Singer tuvo que hacerle fue de doscientos mil dólares. Después,
cada año, Howe recibía millones de dólares, aunque era una pequeña parte del
enorme negocio de Singer y sus ventas a plazos. Howe llegó a tener tanto dinero
que hasta equipó de su bolsillo a un regimiento durante la Guerra Civil
norteamericana.
¿Y que fue de Hunt?.
Hunt, el inventor de la idea
de la puntada en canaleta básica de la máquina de coser, no había patentado el
invento, por lo que se quedó mirando. Pero como era un gran imaginativo, inventó
el famoso imperdible, algo simple pero que superó en difusión a la máquina de
coser.
¿Porqué Hunt no patentó su
idea?.
Una explicación lógica es
que se anduviera con pies de plomo después de lo sucedido en Francia poco antes
con el asesinato del inventor de la máquina de coser con aguja curva. La
explicación elegante que suele darse es que pensó que acabaría con miles de
puestos de trabajo de costureras. Si pensaba eso, estaba equivocado. Porque lo
que produjo Singer con su máquina fue una revolución industrial en la confección
de ropa y con la venta a plazos. De las costureras que cosían a mano se pasó a
una expansión en la venta de ropa que pronto hicieron falta muchas más personas
que cosieran ropa, aunque usando máquinas de coser. Por no hablar de la gente
que se tuvo que dedicar a construir, vender y reparar las máquinas.
Funcionamiento de la máquina de coser de doble hilo comercializada por Singer:
Problema medición tiempo y frases
Mejor coche para hacer el amor
Neutrinos y comer calzoncillos
4 comentarios :
Una historia muy interesante y muy pedagógica sobre cómo funcionamos las personas: Genios, asesinos por falta de miras y cobardía, listillos que sacan tajada del trabajo del resto, gente inteligente y emprendedora...
Muy curioso lo bien que se aprecia en los dibujos el funcionamiento de la máquina.
Rosa:
A veces sorprenden las historias humanas que se esconden debajo de los grandes avances tecnológicos. La máquina de coser abarató enormemente la fabricación de ropa y la puso al alcance de mucha gente, porque hasta entonces era muy cara. Pero al precursor, el sastre francés, le costó la vida. Los intereses de los gremios, queriendo mantener monopolios y estatus quo, siempre han ido contra los avances tecnológicos.
Zorrete:
Es verdad que además de ser un gran invento, era una obra de arte en sí misma. Aparte de que aún hay gente que las usa, también se emplean como elemento decorativo.
Por otro lado, la exposición gráfica la ví en un video. Lo que hice fue tomar cuatro o cinco imágenes y hacer un gif con un editor de gifs animados.
No puse el enlace al video porque lo perdí. El día que lo vi, tomé una serie de imágenes y las guardé con vistas a alguna vez hacer un post sobre el tema, como hice ahora. De hecho, se me había olvidado hasta que repasando fotos almacenadas, las ví y me puse a leer sobre la historia de la máquina de coser.
Prácticamente el gif es la superposición de las dos fotos del mecanismo que pongo antes y un par más muy similares.
Procuré que fueran los menos fotogramas posibles para que no fuera muy pesado en bits y alojarlo en el mismo Blogger.
Muy interesante.Entré aquí,por casualidad.Y realmente encontré muy entretenida y escalofriante esta historia que escribiste sobre la guerra de las máquinas de coser.Te felicito.
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