El preservativo en
salsa de tomate no se trata de una receta culinaria. Se trata de que en 2007
una familia de Brasil se puso a preparar unas albóndigas con salsa. Prepararon
las albóndigas, las comieron y al verter en un recipiente lo que había sobrado
de la lata de tomate para guardarlo en
la nevera, apareció el preservativo desenrollado. La familia presentó una
demanda contra la empresa conservera y en 2012 los tribunales de justicia les
dieron la razón.
Como el preservativo
estaba desenrollado, todo hacía pensar que había sido usado. Cosa que se
confirmó cuando lo llevaron a analizar. O sea, que la salsa de tomate tenía
realmente sustancia añadida. Presentaron la demanda contra la empresa
envasadora, la cual no quiso saber nada, alegando que no se podía probar que
ese condon usado estuviera dentro del bote. Podía haberse introducido después. El
asunto acabó ante la justicia y el juez condenó a la empresa a pagar cinco mil
dólares a la familia.
El tema tiene su
cosa. Porque por un lado, es verdad que cualquiera puede decir que ha aparecido
algo asqueroso en un bote de conserva con fines de sacar pasta o con fines de desprestigiar a la marca. Pero
por otro, uno puede preguntarse hasta que punto están de verdad controlados los
procesos de envasados como para que algún empleado desaprensivo o encabronado
con la empresa no introduzca dentro de un bote alguna guarrería.
El asunto de las
cochinadas que pueden hacerse en la comida que no ves como se prepara ante sus
ojos da para largo. Tanto en cocinas de restaurantes como en envasados de
conservas, tienes que evitar pensar en las guarradas que alguien podría haber
hecho o no lo comerías.
La cosa tiene su alcance para los negocios de comida:
Guarradas en la cocina y negocios de comida
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2 comentarios :
Si nos ponemos escrupulosos no comeríamos nada. Tampoco sabemos qué comen los peces que compramos frescos y cocinamos en casa, ni los pollos, ni cuanto abono o pesticida le han echado a la lechuga...
La supervivencia pasa por la confianza ...
Cómo nos pongamos finos, no comemos.
Ufff vaya guarrada... Estoy con rosa, mejor ni pensarlo...
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