El caso del policía
violador de mujeres y caníbal detenido vuelve a mostrar una vez más que la realidad supera
a la ficción, como describe el Dailymail. El policía G. Valle, agente de Nueva
York fue arrestado por el FBI cuando estaba planificando con un cómplice no
identificado el secuestro, violación, tortura y canibalismo de mujeres. El
detenido intercambiaba con su socio correos electrónicos sobre la consumación
del plan.
El policía tenía los datos
de unas cien mujeres en su ordenador como adecuadas para sus fines. El plan era
usar su placa de policía para detenerlas, aplicar cloroformo para dormirlas y
secuestrarlas. Después, las violarían y más tarde, las llevarían a la cocina. Cuando
despertasen, serían cocinadas vivas. Ideaban métodos para que estuvieran vivas
el máximo tiempo posible mientras eran asadas. Después, las devorarían.
El agente del FBI que
llevó el caso dice que la lectura de los mensajes que se intercambiaban el
policía y su socio, hablan por sí mismos. La alarma que ha despertado el asunto
no es para menos. ¿Qué selección de personal hacen para entrar en la policía?. Porque
aunque no hay sistema de selección perfecto, parece increíble que alguien con
una mente tan disparatada no haya podido ser detectado antes.
Aparte de que a saber si
ya habían practicado el plan con alguna, no me extrañaría que ahora algún
abogado alegue que no se trataba más que de la elaboración de un guión de una
película truculenta. Y eso lleva al tema de que el cine, en su búsqueda de “emociones”,
quizás ha pasado la barrera de lo prudente con películas de guiones totalmente
salvajes.
Bastante tiene el cine con
tomar guiones de la vida real, con sucesos históricos lamentables, como para
encima idear otro tipo de disparates aún mayores. Porque resulta que sale un
desnudo humano en el cine o en una página de Internet, y sobre él se lanzan los
censores, generalmente con la excusa del público infantil. Pero las escenas de
truculencia de muchas películas e imágenes que ni responden a sucesos reales, no
parece importar tanto.
Por otro lado, como se sabe, el psicópata es una persona que carece de empatía, no se pone en el lugar del sufrimiento que puede causar a los demás. Una vez un jurista me dijo que el problema de las leyes democráticas es que estaban pensadas para la disuasión de los ciudadanos más o menos normales. Pero los psicópatas sólo temen el castigo físico y ese no existe en los países democráticos. Es algo así como el precio a pagar por la civilización. Y al que le toca ser víctima, se jode. Es lo que hay.
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4 comentarios :
A lo mejor estaba trabajando, infiltrandose para detectar psicopatas en la red. Aunque por el apellido parece que fuere de origen mejicano. No por nada, pero este tipo de cosas pasan mucho en Ciudad Juarez. y precisamente los mejicanos son descendientes de los aztecas, muy aficionados a este tipo de aficiones.
Se critica mucho a Cortes,pero parece que no lo hizo tan bien como se pretende.
Casos como este demuestran que el ser humano puede llegar a tener una maldad monstruosa.
Por muchos filtros en la selección, en todas las profesiones se pueden colar sujetos de esa calaña.
Son difíciles de detectar con los métodos normales de cualquiere selección, para policías por ejemplo. En cuanto al castigo, puede que le teman pero controlan; identifican a sus víctimas como objetos no como a personas de ahí su peligrosidad y esos casos de extrema crueldad.
Y encima planeando formas de conseguir que las victimad sufrieran lo mas posible...
Que atroz!
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