Tres tipos mujer y dinero erótico

Hay tres tipos básicos de mujer atendiendo a sus sexualidad y los tres encuentran el dinero como algo erótico, pero sobre todo la del primer tipo. Este primer grupo sería el de la mujer que accede a tener sexo vía sentimientos previos. Lo encuentra natural después de una relación de noviazgo. Otro segundo tipo sería el de las mujeres que encuentran placer en dar placer a los hombres. Y un tercer tipo es la fémina que siente imperiosas necesidades de fornicar con varones. A éste tercer tipo, dotado de furor uterino, muchos las llaman ninfómanas.

La mujer del primer tipo es la más abundante y precisa sentir interés por la otra persona para acceder a tener relaciones íntimas con él. Pero encuentra más atractivo en igualdad de condiciones físicas al hombre que tiene más dinero o más posición social. O incluso dará prioridad a la pasta que a la belleza del pretendiente. La famosa tesis del psicólogo Pollet es que los orgasmos de la mujer son más fuertes y no fingidos cuanto mayor es la cuenta corriente del hombre con el que está holgando.

Dinero y líbido:
El dinero excita la líbido femenina según eso, sobre todo cuando la mujer se sabe portadora de ciertos encantos superiores a la media. Sabe que su belleza física es apreciada por el género masculino y puede ser más exigente a la hora de enamorarse de alguien. Instintivamente fija un determinado nivel social de acuerdo con su atractivo y los pretendientes que estén por debajo del mismo tendrán poco que hacer.

La prueba de lo anterior es que los hombres con más dinero o poder ligan mucho más que el resto. No sólo es que consigan mujeres a cambio de pagar directamente por sus servicios, es que muchas mujeres les rondan esperando ligarles y a ser posible retenerles. Ellos se aprovechan de esa predisposición femenina para holgar con alegría con las mujeres más dotadas de encantos.

Lenguaje del orgasmo:
Otro psicólogo, David Buss, mantiene que el orgasmo es un lenguaje femenino gestado en la evolución de los tiempos. Cuanto más le interesa el hombre a la mujer, más fuertes son los espasmos femeninos. Con ello la fémina le estaría diciendo que él la está satisfaciendo mucho, que no se irá con otros, que invierta recursos en ella. Estaría tratando de fidelizar al amante. Está en la línea de lo que vimos antes sobre la intensidad de los orgasmos cuanto mas dinero tenga el que está fornicando con ella.

Eso no quiere decir que la mujer no pueda fingir o exagerar los orgasmos que siente simplemente por halagar a la pareja en la que tiene interés. Los experimentos de Pollet se basaban en orgasmos reales no fingidos. O sea, la pasta era un excitante para la mayoría de las féminas investigadas. Pero si se da el caso de que ella no logre mostrar su interés con orgasmos feroces reales, puede recurrir al artificio de exagerarlos artificialmente.

Conclusiones:
Naturalmente, el aspecto físico del hombre también influye en la respuesta femenina. Es otro factor evolutivo. Cuanto más sano y fuerte y mejor aspecto tenga el macho, más posibilidades de ser aceptado por la hembra. Pero como comentaba antes, a igualdad o parecidas prestancias físicas, el dinero o la posición social es determinante para excitar el interés y el deseo femenino. Es un instinto evolutivo asociado con la búsqueda de lo mejor para la progenie resultante de las relaciones amorosas.

La mujer del segundo tipo tendrá más relaciones promiscuas que la del primer tipo, ya que encuentra placer en hacer gozar a los hombres. Pero también encontrará más placer si yace con hombres bien situados, aunque no seleccionará tanto como la del tipo uno.

La mujer del tercer tipo es la que menos seleccionará. Sus necesidades fisiológicas de copulación intensa la llevará más que nada a búsqueda de hombres que den muestras claras de actividad y potencia sexual.