Dentro de la tecnología, comencemos por el principio con la base de la misma y en plan culturilla o repaso. El número sagrado pitagórico era el número 10. Apilando círculos
sobre una base de cuatro, como se muestra en la figura, se forma un triángulo
equilatero, o sea, uno que tiene los tres lados iguales.
Como puede apreciarse, arriba del todo hay un círculo, debajo
de él, dos. En la siguiente línea hay tres y abajo hay cuatro. O sea, el diez
es la suma de 1+2+3+4: es la suma de los cuatro primeros números enteros.
Si apilamos troncos de árbol de similar grosor y los miramos de
frente, obtendríamos una visión similar a la mostrada anteriormente. Se apilarían
en forma triangular. De hecho, se suelen apilar de ese modo para almacenamiento. Pero el número de
troncos que se pone de base puede ser bastante superior a cuatro.
Números triangulares:
Según varíe el número de círculos o troncos en la base del
triangulo, varía el número total de ellos que contiene el mismo. Formando
diferentes triangulos con diferentes números en la base, se obtienen lo que se
conoce como números triangulares.
El uno se considera triangular porque es el principio de
todo, es el todo. Y el 10 es la suma de los tres primeros números triangulares: (1+3+6). Puede apreciarse en el siguiente gráfico:
Comienzo de las matemáticas:
Estas consideraciones se comenzaron a hacer en Grecia por
parte de Pitágoras, hace unos dos mil quinientos años. Sus cálculos con triángulos,
círculos y otras figuras geométricas fueron el comienzo de las matemáticas
modernas.
Pitágoras fue un filósofo, científico y matemático que fundó
en Atenas la que se conoció como escuela pitagórica. Nadie entre aquí que no
sepa geometría, era el eslogan en la entrada.
Símbolo secreto de los pitagóricos:
La escuela de Pitágoras tenía algo de secta secreta. Ciertos
conocimientos no podían ser desvelados fuera de ese entorno bajo pena de expulsión
o incluso de muerte.
Adoptaron como símbolo de identificación de su filosofía a la
estrella de cinco puntas conocida como pentagrama. Se construye sobre un pentágono,
que queda contenido en su interior, como muestra la figura. Prolongando los
lados del pentagono, las líneas se cortan formando triángulos. Y el conjunto da
lugar a esa estrella de cinco puntas.
El cinco era por tanto otro número significativo. Era la
mitad de 10, para empezar. Y 10 era el número sagrado.
La escuela pitagórica era probablemente lo más avanzado en temas científicos en aquellos tiempos. Sabían que La Tierra era esférica y consideraban que no era el centro del Universo, que ese debía estar en otro lado y que nuestro planeta y el Sol giraban alrededor de él. Naturalmente, con los medios de entonces no podían saber que efectivamente todo giraba alrededor de un centro, pero que ese centro no era el del Universo sino el de la Galaxia Vía Láctea, de la que forma parte nuestro sistema solar como una parte minúscula de esa gran galaxia con millones y millones de estrellas.
No hay que decir que muchas religiones que surgieron posteriormente ignoraron estos conocimientos y mantuvieron que La Tierra era el centro alrededor del cual giraba todo. No fue hasta el final de la Edad Media, con Galileo, cuando se empezó a aceptar de nuevo que La Tierra giraba alrededor del Sol. Y a Galileo casi le cuesta la vida el mantener esa teoría. De hecho le obligaron a retractarse para que evitara ser ajusticiado.
Números y curiosidades:
Los pitagóricos rendían una especie de culto a los números. Según comprobaban curiosidades sorprendentes, se asombraban. No es raro ya que diversas combinaciones de sumas, restas, multiplicaciones o divisiones dan resultados que te dejan perplejo. Un ejemplo:
Números y curiosidades:
Los pitagóricos rendían una especie de culto a los números. Según comprobaban curiosidades sorprendentes, se asombraban. No es raro ya que diversas combinaciones de sumas, restas, multiplicaciones o divisiones dan resultados que te dejan perplejo. Un ejemplo:
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