A más trasero femenino más inteligencia y salud

Las últimas investigaciones de sociología sobre el tema concluyen que a más trasero femenino, más inteligencia y salud. En la Universidad de Oxford descubrieron que la grasa acumulada en las nalgas de la mujer tiene unas hormonas diferentes a las de otra parte del cuerpo y con mejores propiedades.

Entre otras cosas, la mujer con gran pandero metaboliza mejor los azúcares y grasas mientras que la adiposidad que se acumula en el abdomen es nociva. Y es el lugar donde más se acumula en los hombres.

Pero estamos hablando de los traseros amplios que lo son por genética no porque se adquieran a base de estar todo el día sentada y devorando comida. O sea, los pompis de mujer de cadera ancha que son prominentes y redondos.

La Universidad de California, que también ha investigado sobre el asunto ha llegado a la conclusión de que la mujer dotada genéticamente de ese atributo del pandero grande tienen más salud y viven más. Si además de suculentas nalgas tienen la cintura estrecha, son más inteligentes que las otras.

La razón que aducen es que en esas mujeres con esas curvas curvas y rotundos panderos producen más Omega 3 en sus nalgas y ello induce una mejor formación del cerebro durante su desarrollo.

Esta mujer podría ser un ejemplo del tipo de fémina con cintura que es un 60% del diametro del pompis, que es amplio y rotundo.

La cintura de estas mujeres más inteligentes y más sanas era de un contorno de entre un 60% y un 70% menor que el contorno de las caderas a la altura de las nalgas. O sea, un cuerpo de los que se conocen como de guitarra. También son conocidas como mujeres pera.

Es curioso que al mismo tiempo, esa forma de guitarra femenina es apreciada también como más erótica por el género masculino. Habría que ver que incidencia tiene esto en todo lo anterior.

Podría ser que las féminas con esas formas de cintura estrecha y amplio trasero, al ser más admiradas por los varones desde jovencitas, desarrollen una mayor autoconfianza y autoestima y ello induzca en su organismo y en su cerebro una mayor salud e inteligencia respectivamente.

Como se sabe, los hombres se desviven ante la mujer atractiva mientras que la que no lo es parece ser invisible ante los ojos de ellos. La naturaleza es así de injusta al no repartir encantos por igual. Y la vida de los feos no es tan agradable como la de los guapos. Tanto si son varones como hembras.

Porque suele ser evidente que al hombre se le van los ojos detrás de una mujer de cuerpo escultural o de gran belleza pero al revés también sucede aunque ellas puedan ser más discretas en sus reacciones. No es frecuente que la mujer vaya a mirar hombres atractivos desnudos a una sala erótica, por ejemplo, como en los peep-show, donde ellos observan a través de un espejo a chicas bailando en pelotas. Pero ello no quita para que se agiten y se vuelvan muy serviciales cuando están ante un guapetón.

Lo que si parece deducirse de estas investigaciones es que muchas mujeres bellas que alcanzan altas posiciones sociales puede que no sea sólo debido a su aspecto físico y sean más inteligentes de lo que pudiera pensarse. Un buen trasero abre muchas puertas pero además se acompaña de intelecto, es imparable.

Existe ese mito de la rubia maciza que es tonta. Pero puede que no lo sean tanto y más bien se hagan que lo son. Aunque bien es verdad que de tanto verse admiradas pueden idiotizarse por pura vanidad. Pero eso sucede también con los varones: a menudo se ve a ídolos del espectáculo o del deporte o incluso de la política que parecen necios perdidos, entontecidos por el éxito.