Unas propuestas de bricolaje sencillo. Comenzaré con el vudú en plan facilón. Se trata de un cuaderno en cuyas páginas viene dibujada ya el contorno de un cuerpo humano sobre el que podrás volcar tus maldiciones para satisfacer tu rencor. Puedes machacar en un momento a tu jefe, a tu ex-pareja, a tu vecino, etc.
La gran utilidad es que puedes llevar el cuaderno en un bolsillo y en cualquier momento, cuando te sientas embargado por un odio feroz contra alguien que te ha hecho una faena, lanzar sobre él tus terroríficos maleficios. Actuar en caliente es importante antes de que se te enfríe el ánimo y acabes por dejar pasar el hecho sin la adecuada venganza.
A continuación pondré otro caso de bricolaje fácil que está tomando mucho auge. Se trata de hacer la autopsia al familiar difunto en casa, durante el velatorio. Mientras se degustan unas pastas y unas copas de anís, todos los asistentes colaboran en rajar y hurgar dentro del muerto, tumbado sobre la mesa del comedor o de la cocina, para averiguar cual fue la causa de la muerte. Es algo que cada vez se practica más, parece ser que por influencia de series de televisión policíacas como CSI Miami y similares. Podemos verlo en la siguiente imagen.
Otro consejo sencillo es como puedes convertirte en un altavoz. Colocas los auriculares de un reproductor de sonido en las fosas nasales y abres la bocaza todo lo que puedas. En la siguiente foto puede verse:
Otro consejo útil: Con el rallador que aparece en la siguiente foto puedes quitarte tú mismo los tatuajes que te hayas hecho y de los que te arrepientes. Unas pocas sesiones sangrientas bastan para no dejar rastro. Es un instrumento barato que funciona a base de despellejar. Elimina sucesivas capas de piel y acaba suprimiendo hasta las tintas más incrustadas en la piel. Es el sistema más barato conocido.
Alguien copió la idea y fabricó un papel higiénico especial para uno mismo pueda eliminar sus hemorroides si las tiene.
No está mal tampoco lo de cultivar zombis en una maceta.
0 comentarios :
Publicar un comentario