Contagia SIDA a su novia

Un joven llamado Iván ha sido acusado de contagiar el SIDA a su novia, con la que había ligado tres meses antes. Sucedió en Getafe (Madrid, España). Iván ligó con la chica en la Navidad de 2012 y comenzaron una relación íntima pero él había sido diagnosticado como infectado por el virus del VIH un año antes y puesto en tratamiento

No le dijo nada de ésto a ella y durante tres meses tuvieron relaciones sin tomar precauciones contra el contagio. La joven comenzó a sentirse indispuesta y después de varios análisis médicos descubrieron que tenía el VIH. Dado que ella no había tenido relaciones con nadie más en ese tiempo dedujo que la transmisión provenía de Iván como después confirmó.

Ella presentó una demanda contra el hombre y en Enero de 2014 está pendiente de juicio pidiendo el fiscal una pena de once años de prisión por no haber tomado precauciones para evitar el contagio del tremendo virus. No sólo padece la enfermedad sino que se ha hundido en una depresión y un trastorno de la personalidad que le impide hacer la vida normal anterior al suceso.

Es un tema espinoso el de las enfermedades de transmisión sexual ya que queda a merced del infectado el tomar o no medidas para no provocar contagios. El escritor norteamericano Henry Millerd, cuando describe sus años golfos en París, describe como una prostituta le contagió una blenorragia.

Contagiar al mundo:

Cuenta que se miraba su miembro y que lo tenía rojo como un chorizo pero que se dijo a sí mismo "contagia al mundo". Henry Miller escribía en forma descarnada y hasta con cierta gracia por su brillantez con las expresiones pero en el fondo lo que se plantea es algo tremebundo: el que haya gente infectada que contagie enfermedades a otros a propósito.

Puede ser que lo hagan por inconsciencia pero también podría ser por maldad: ya que yo me he contagiado ahora se lo pasaré a otros para que se fastidien. Quizás esto explique la dificultad de cortar la extensión de las enfermedades venéreas.

Es conocida la historia del hombre que había llegado a una ciudad y se hospedaba en un hotel. En el bar del mismo ligó con una mujer muy atractiva y bien vestida que después de un par de copas estuvo dispuesta a subir a la habitación de él para tener una relación erótica.

Después de trajinar bien con la mujer se quedó dormido con ella en la cama. Al día siguiente cuando se despertó la bella mujer se había ido. Él estaba aún relamiéndose del maravilloso ligue que había hecho cuando al entrar en el cuarto de baño vio escrito en el espejo con carmín rojo de labios: "Bienvenido al club del SIDA".