Misterio cráneos perforados

Narraré de forma breve sobre el misterio de los cráneos perforados como el que se ve en la fotografía. En el siglo XV, en 1480, la ciudad de Otranto (Italia), fue conquistada por los musulmanes turcos. Las mujeres y los niños fueron vendidos como esclavos y los hombres mayores de cincuenta años fueron masacrados.

Los musulmanes consideraban que los hombres mayores de cincuenta años ya no se iban a convertir al Islam y que era mejor eliminarlos directamente. Al resto de hombres de menor a esa edad se les dio la ocasión de convertirse al Islam. Unos 800 hombres que habían sido prisioneros se negaron a la conversión por lo que fueron condenados a morir también.

Muchos de ellos fueron empalados y otros fueron decapitados. Algunas de esas cabezas fueron recogidas por los musulmanes e hicieron sobre ellos algunas manipulaciones que dieron lugar a diferentes orificios circulares como el que se ven en la imagen del comienzo de este artículo.

Los investigadores han elucubrado sobre cual puede ser el motivo de que hicieran tales cosas sobre las calaveras humanas. Los orificios indican que fueron realizados con materiales punzantes, como si se tratara de pequeñas brocas que se empleaban entonces para hacer trepanaciones craneales.

Una teoría apunta a que podrían tratarse de prácticas de trepanación realizadas sobre las cabezas de muertos. Es decir, una especie de aprendizaje de perforar huesos craneales. O también podrían servir para hacer pruebas con herramientas de perforación. Pero hay otra teoría más aceptada.

Otra teoría más aceptada es que esos orificios sean resultado de las creencias médicas de los musulmanes de aquella época. Consideraban que el polvo de hueso de cabezas de hombres que hayan fallecido de muerte violenta tenían propiedades curativas. Ese polvo era ingerido con bebidas o comidas para curar ciertas enfermedades.

El tipo de perforación, con muestras de taladros completos y otros incompletos que no llegaron a traspasar de uno al otro lado, indica a los expertos que la herramienta iba rascando poco a poco y extrayendo el hueso en forma de polvo, no de trozos más o menos grandes.

O sea, que esas cabezas de decapitados fueron utilizadas por los musulmanes turcos como fuentes de recurso de polvo de hueso de cabeza para suministrar a sus farmacias. No hace falta decir que tales propiedades curativas son inexistentes. Conviene aclararlo por si a alguien le diera por pensar que hay algo de cierto en ello y decidir cortar la cabeza a alguien para perforar su cráneo y extraer polvo.