Lo que parece claro un caso de piloto suicida que estrella avión de pasajeros fue el del histórico vuelo 990 entre Nueva York y El Cairo de la compañía Egypt Air. Aunque no quedó probado al 100%, por oposición a esa tesis por parte de los investigadores egipcios, si parece probable que fue lo que sucedió de acuerdo con las investigaciones realizadas por parte de las autoridades norteamericanas.
El vuelo despegó de Nueva York llevando mayormente turistas norteamericanos así como un grupo de pilotos militares egipcios que habían estado realizando prácticas en EE.UU. Llevaba también dos dotaciones de pilotaje.
Un capitán y un primer oficial copiloto debían hacerse cargo de las tres primeras horas de vuelo con el despegue incluído. Otro capitán y otro copiloto deberían estar al mando durante es resto del vuelo hasta poco antes de aterrizar en que entraría en función el primer equipo. También iba a bordo el capitán jefe de tripulaciones de los Boeing 767 de esa empresa egipcia. En total viajaban 217 personas y al final todas murieron.
A los veinte minutos de despegar y cuando estaba ya en vuelo de crucero con el piloto automático se presentó en la cabina de mando el copiloto que iba de reserva, de nombre Batouti y pidió relevar al copiloto que estaba sentado. Éste se negó en un principio diciendo que aún no era la hora del relevo y que no estaba cansado pero el otro insistió hasta casi hacerse pesado. Esto se sabe por las grabaciones de voz de la caja negra recuperada.
Finalmente Batouti se sentó en el asiento de mando y el otro copiloto salió fuera. Pasado un rato el capitán le dijo a Batouti que iría un momento al servicio antes de que pasara el tiempo y empezara a estar muy ocupado por la gente del pasaje.
Conversación entre copiloto y capitán
En cuanto Batouti se quedó sólo desconectó el piloto automático y pasó a modo manual. El avión bajó el morro y se pararon los motores. El avión empezó a descender a gran velocidad hasta el punto de anular la gravedad dentro de él y a punto de alcanzar la velocidad del sonido. Los pasajeros debieron tener la sensación de flotar.
El capitán entró en la cabina desaforado y preguntó "¿que está pasando?" mientras se sentaba en su asiento pero Baouti no contesta y recita varias veces "estoy en manos de Alá". El capitán tira de los cuernos del volante de mando hacia atrás para intentar levantar el morro del avión y estabilizarlo pero mientras tanto Batouti empuja los mandos hacia adelante. El capitán le grita "ayúdame a nivelar".
El capitán empuja y empuja hacia así para intentar anular la presión contraria que ejerce Batouti y en un momento dado usa los flaps del avión para frenar la caída. Consigue nivelar algo el avión pero es tal la velocidad de descenso que la estructura del avión se ve dañada: el motor izquierdo, uno de los dos que lleva el aparato, se desprende. Ya no hay nada que hacer. El enorme desequilibrio del avión con el peso de un motor en un ala sin el contrapeso del otro, a motor parado, hace que siga cayendo descontrolado e impacte contra el mar.
Cabina de mando de un B-767. Mientras en el puesto de la izquierda el capitán tiraba hacia atrás de los cuernos para mover los alerones de cola y elevar el morro del avión, el copiloto hacía fuerza contraria empujando los cuernos hacia adelante.
Un copiloto ligón y exhibicionista en Nueva York
Según se publicó las investigaciones de FBI descubrieron que Batouti era algo fogoso persiguiendo féminas en los hoteles. El día anterior a la tragedia que nos ocupa fue denunciado por unas mujeres de una habitación del hotel pegada a la del copiloto.
El copiloto las había llamado por teléfono pidiendo que se asomaran al balcón. Ellas lo hicieron curiosas y vieron en el balcón de al lado al copiloto en pelotas exhibiendo su miembro. Las mujeres protestaron al hotel y éste avisó a la compañía aérea. El jefe de tripulaciones egipcio le echó una bronca a Batouti advirtiéndole de que quizás no volase más a EE.UU.
Presunto posible suicidio
A pesar de las protestas de las autoridades egipcias que manifestaron que no admitían la tesis de un suicidio del copiloto ya que un buen mahometano no se suicida las investigaciones de las autoridades norteamericanas apuntaron a que la posible causa fue un acto deliberado de Batouti que quizás vio imposible su ascenso a capitán de aeronave aparte de quedar relegado de los vuelos a EE.UU. donde tenía a una hija en tratamiento en un hospital.
Que Batouti se pusiera hasta pesado para conseguir relevar al otro copiloto al poco de despegar sin venir a cuento y el que en cuanto quedó sólo en la cabina porque el capitán salió a orinar desconectara el piloto automático enfilando morro abajo hacia el suelo y parando motores no parece tener otra explicación que la de querer estrellar la aeronave.
Los investigadores egipcios apuntaron que pudieron bloquearse los alerones de cola que hacen subir o bajar el morro y que Batouti, al notar algo raro, desconectó el automático y después hizo lo que pudo.
Pero cuando el capitán entra en la cabina alarmado por el descenso brutal y pregunta "¿que está pasando"? no hay respuesta. Lo normal es que Batouti le hubiera dicho que los alerones de cola estaban bloqueados. Pero nada salvo la letanía religiosa.
Y cuando el capitán tira de los cuernos para subir el morro se encuentra con que el copiloto está haciendo lo contrario, según se vio en la caja negra de datos de vuelo recuperada. Por no hablar de que Batouti había parado los motores.
Tal concatenación de inconvenientes que se inician en cuanto el capitán fue a orinar es difícil achacarlo a otro motivo que no sea la acción destructiva del copiloto.
Los trozos del avión sacados del fondo del mar se fueron uniendo en un hangar para realizar investigaciones del accidente
Cabina sin puerta blindada
En aquellas fechas la cabina de mando no llevaba puerta blindada y los pilotos podían entrar y salir libremente. Ello impidió que uno de los pilotos se encerrara en la cabina como se estima que sucedió en el vuelo de Malasia perdido en el Índico o el de Swingermain estrellado contra los Alpes por su copiloto con problemas mentales.
Pero este suceso del avión Egipcio muestra como incluso sin aislarse en la cabina un piloto puede enviar al suelo un aparato. Bien es verdad que aprovechó que el capitán había salido aunque pudo volver a entrar y sentarse para intentar hacerse con el control pero dado que son aviones pesados con gran inercia una vez que entran en lo que es casi una caída libre es muy difícil lograr que recuperen el vuelo. En el caso que nos ocupa, cuando el capitán logró estabilizar algo el aparato, un motor salió desprendido debido a las enormes fuerzas de inercia.
Se dañan las relaciones de Egipto y EE.UU.
El caso tuvo suficiente enjundia como para enturbiar las relaciones entre los dos países. Los egipcios se negaron a contemplar la posibilidad del suicidio y achacaron esas conclusiones a un interés norteamericano en proteger a Boeing, fabricante del avión.
Pero si uno analiza las conversaciones en cabina y los datos de vuelo ha de admitir como más probable la acción destructiva del copiloto. Los datos de vuelo eran normales cuando Batouti se sienta como copiloto y no había motivo para desconectar el piloto automático. El clima era bueno y el aparato volaba en crucero y estable.
La bajada del morro y parada de motores sólo puede obedecer a un deseo de estrellar el avión.
Debió ser horroroso para el pasaje notar que caían a toda pastilla.
Como dato curioso decir que se recuperaron las cajas negras y gran parte de los restos del avión esparcidos por el fondo marino a una profundidad de unos 70 metros pero no se recuperó ningún cadáver. Las corrientes marinas los arrastraron a saber donde.
La fecha del suceso fue el 31 de Octubre de 1999.
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