En España existe una burbuja política que ha dado lugar a una burbuja inmobiliaria que al pinchar, puso al país al borde de la quiebra. Como forma de captación de dinero, las entidades financieras recurrieron a emitir lo que se conoce como preferentes, sobre todo bajo el Gobierno del PSOE desde 2004 a 2011. Y puede decirse que al final se montó una burbuja de preferentes. Acciones o participaciones preferentes por valor de miles de millones de euros han sido adquiridos por númerosas personas.
Gloria a los héroes
Algunas voces advirtieron en su momento de que se podía crear un problema por cuanto las preferentes han de venderse en el mercado secundario y si las entidades financieras emisoras no van bien o los intereses de los depósitos suben, las preferentes tendrían un precio bajo en dicho mercado secundario provocando pérdidas a los tenedores de las mismas.
Creo que aparte de que la compra de esas emisiones por parte de particulares se debe sobre todo a la codicia, también se debe dar gloria a los héroes. Digo la codicia porque cuando los intereses de los depósitos andaban entre el 1% y el 2%, las preferentes pagaban intereses del 6% o más, al menos los primeros años. Y digo héroes, porque los compradores colaboraron a salvar un bache en la financiación de las entidades financieras.
Sin duda que la autorización de la emisión de ese producto, que es una especie de deuda perpetúa, por parte de las autoridades políticas y financieras se debió a un razonamiento algo ladino:
-Si la cosa ruinosa en que ha acabado España se recupera por algún milagro, no habrá problema, porque las preferentes no caerán en el mercado secundario o incluso pueden repuntar.
-Si la cosa ruinosa en que ha acabado España no mejora, nosotros, las autoridades políticas y financieras, al perder las próximas elecciones, seremos desalojados y vendrán otros que tendrán que lidiar con las protestas que se producirán por parte de algunos descontentos con la marcha de su inversión.
En febrero de 2008, en el debate televisado Solbes-Pizarro, la acorazada mediática de la izquierda dió vencedor a Solbes. Pizarro había dicho las verdades del barquero: estamos en una crisis del copón. Advirtió de todo lo que iba a suceder, pero fue inútil.
DIVULGACIÓN CULTURAL SOBACO