Ha salido una nueva revista, PANICO, que dedica prácticamente su primer número a difundir las tesis del personaje de la portada, al que parece se conoce como Al Hedor. Éste mantiene que la vida en La Tierra está amenazada por la emisión de pedos de los seres humanos y sus animales de granja: "el caso es que o eructas por arriba o eructas por abajo. El pedo es el eructo del culo". La emisión diaria, por parte de los humanos, de gases CO2 y metano, principales componentes de los pedos, es de unos siete millones de metros cúbicos. A esto hay que añadir las emisiones del resto de animales, algo considerable si tenemos en cuenta la gran cantidad de animales de granja que existen. Difícil de evaluar, se supone unas diez veces más, unos setenta millones de metros cúbicos diarios.
Los pedos emiten también pequeñas cantidades de ácidos sulfidricos, sustancias que hacen que produzcan hedor. El caso es que éstas masas de gases, aparte de poder producir efecto invernadero, claramente en el caso del metano, se concentran en forma de burbujas en zonas donde no hay grandes vientos. En dichas zonas, se originan bolsas pestilentes, fétidas y con alta concentración de metano, no siendo extraño que ocasionalmente se produzcan grandes incendios que parecen espontáneos, ya que el metano es muy inflamable (el famoso grisú de las minas). No se descarta que los dinosaurios contribuyeran a su propio fin con sus pedos. Por lo tanto, según Al Hedor, a la Humanidad se le presenta un futuro bastante incierto pero hediondo, apestada por sus propios pedos hasta la inflamación final de la atmósfera. ¿Provendrá de los pestilentes pedos el fuego purificador que nos abrasará?. Como dicen en la revista, demasiada gente, demasiados pedos.
Los pedos emiten también pequeñas cantidades de ácidos sulfidricos, sustancias que hacen que produzcan hedor. El caso es que éstas masas de gases, aparte de poder producir efecto invernadero, claramente en el caso del metano, se concentran en forma de burbujas en zonas donde no hay grandes vientos. En dichas zonas, se originan bolsas pestilentes, fétidas y con alta concentración de metano, no siendo extraño que ocasionalmente se produzcan grandes incendios que parecen espontáneos, ya que el metano es muy inflamable (el famoso grisú de las minas). No se descarta que los dinosaurios contribuyeran a su propio fin con sus pedos. Por lo tanto, según Al Hedor, a la Humanidad se le presenta un futuro bastante incierto pero hediondo, apestada por sus propios pedos hasta la inflamación final de la atmósfera. ¿Provendrá de los pestilentes pedos el fuego purificador que nos abrasará?. Como dicen en la revista, demasiada gente, demasiados pedos.
1 comentarios :
Si supieran los que se tira mi marido, estaría declarado enemigo público número uno. Parece que tuviera un volcán en vez de un culo. ¿A que esperan para distribuir máscaras de gas?.
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