El periódico británico The Independent ha publicado un amplío artículo analizando la fotografía famosa del miliciano que cae abatido por un disparo y tomada por Robert Capa supuestamente en el frente de batalla de la guerra civil española en Cerro Muriano, Córdoba. Todo indica que fue una foto preparada. Por el análisis de otras fotografías tomadas antes y después, se observa que el paisaje corresponde a las inmediaciones de un pueblo, El Espejo, situado a varios kilometros de lo que era la zona caliente o frente de combates.
El periódico recoge las declaraciones de un habitante del pueblo, de 82 años, realizadas en su momento, que dice que en esas fechas en que se supone se tomó la foto, no se pegó un tiro por la zona y que los milicianos se dedicaban a pasear por el pueblo comiéndose los mejores jamones (muy hispánico, desde luego).
El periódico recoge las declaraciones de un habitante del pueblo, de 82 años, realizadas en su momento, que dice que en esas fechas en que se supone se tomó la foto, no se pegó un tiro por la zona y que los milicianos se dedicaban a pasear por el pueblo comiéndose los mejores jamones (muy hispánico, desde luego).
Todo parece indicar que varios milicianos colaboraron con Capa para hacer una serie de fotografías simulando estar combatiendo. Probablemente la idea provino de la juventud de Capa, 22 años entonces, fotógrafo húngaro desconocido, que deseaba ser reportero de guerra y necesitaba darse a conocer vendiendo fotografías impactantes de la guerra civil española.
No es lo mismo vender la fotografía de un miliciano que resbala o se deja caer cuando viene corriendo hacia tu cámara simulando que está lanzándose hacia una trinchera enemiga (lo cual haría difícil la posición del fotográfo, situado entre los dos bandos, el que avanza y el que se defiende) a vender esa fotografía cómo la de un hombre que es abatido en ese momento por una bala, con todo el morbo que ello conlleva, aparte de la propaganda que acompañó en su momento a la foto.
De todas formas, aparte de las desvelaciones que hace el periódico, ya en su día hubo declaraciones de milicianos que conocían al de la fotografía, en las que manifestaban que ese hombre seguía vivo después de haberse publicado la foto, aunque en aquellos momentos, al alcanzar la imagen mucha fama y ser empleada como propaganda política, todas las dudas fueron silenciadas.
Esta foto fue tomada unos intantes antes de la famosa foto. El miliciano de la izquierda es el que luego aparece como abatido por un disparo. En ésta foto se observa como todos miran al fotografo en lo que parece un ensayo con aire festivo. No parece la escena de unos hombres que se van a lanzar en un ataque frontal contra las trincheras enemigas. Por no llevar, no llevan ni casco. Todo apunta a que se trataba de una simulación o prácticas de entrenamiento.
El periódico británico atribuye a un pecadillo de juventud de Capa lo de ésta foto y loa su posterior carrera como reportero de guerra, y no negamos que sea así, pero ya saben lo que dice el refrán, el que hace un cesto, hace cientos. Y también hay que pensar en una derivada de todo éste asunto que daría para una película: si la foto se vendió como la de un miliciano caído en combate y además se empleó como propaganda por los comunistas, y si el hombre seguía vivo, en fin, ya me entienden, quizás no era conveniente que siguiera viviendo mucho más, no fuera a ser pillado por otro fotógrafo con un jamón en la mano.
El artículo del The Independent:
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3 comentarios :
Es evidente que la foto está preparada. La posición del fotografo en una línea de combate hubiera sido trasera, tomándole desde atrás. Y dada la publicidad que se dió después a la foto, el bando marxista hubiera publicado rápidamente los datos del fallecido con todo tipo de adornos melodramáticos: no haber dado los datos del fallecido al tiempo que publicitaba la foto, indica que el fallecido no estaba fallecido. O al menos, que no había fallecido en ese lugar y momento. Como insinúan en el artículo, debió fallecer poco después de darse a conocer esa foto, pero no por balas enemigas: el hombre no se había dado cuenta de las consecuencias de simular estar muerto en una foto famosa.
Je je je... tu última frase es de cajón, ¿o más bien inquietante...? Porque lo que dice Mimbre es aplastante.
Ahora he de salir, pero volveré. Tengo que pagar el piso que me ha tocado, ainsss...
Por eso digo que es de guión de película. No creo que el miliciano fuera consciente de la implicación que iba a tener después la foto... Ni siquiera se enteraría probablemente. ¿Era Capa consciente de lo que hacía?. ¿O fue una manipulación del periódico al que envió la foto?. La enseñanza es que no te hagas pasar por muerto porque estás muerto. Y no corras tanto a buscar dinero para pagar el piso que te ha tocado, que es a pagar a cincuenta años. Y la verdad, te diré que es un zulo que no vale ni la mitad de lo que te vamos a pedir por él. Vamos, como la mayoría.
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