De como los caudales publicos, que son de todos, acaban siendo más de unos que de otros.
La Vicepresidenta del Gobierno, De la Vega, a la que a nivel de calle conocen como LA MODELON, por su afición a lucir vistosos modelos variados continuamente, aparecía con ese aparatoso vestido con espectacular broche después del Consejo de Ministros para dar datos del RECORTAZO o TIJERETAZO, por el que se bajaba el sueldo a funcionarios y pensionistas y para hablar de austeridad. Menuda austeridad la de la señora. Porque según contó el diplomático INOCENCIO ARIAS en un artículo de El Mundo, titulado “EL PENSIONAZO Y LA RUMBOSA DE LA VEGA”, dicha señora ha descubierto los encantos de Nueva York y se monta viajes con los más variados pretextos, pero aparte de que sean más o menos justificados, la cosa está en la forma en que viaja. Pregunta INOCENCIO ARIAS en su artículo: “¿Tiene la Vicepresidenta que ir a un concierto en Nueva York con cuarenta personas, utilizar el avión grande, acudir con esa corte a hoteles de postín, etc... con la que está cayendo?”.
O sea, que a todo trapo, mostrando la más absoluta falta de respeto dicha señora por el dinero público que procede de los impuestos. Y después a poner cara compungida exigiendo sacrificios a los desplumados ciudadanos o diciendo que van a pagar los ricos para solucionar la crisis, poniéndo a los auténticos ricos con los pies en polvorosa y llevándose su pasta con ellos, mientras en Italia han dado una amnistía fiscal que de momento ha hecho que regresen al país más de 80 montillones.
O sea, que a todo trapo, mostrando la más absoluta falta de respeto dicha señora por el dinero público que procede de los impuestos. Y después a poner cara compungida exigiendo sacrificios a los desplumados ciudadanos o diciendo que van a pagar los ricos para solucionar la crisis, poniéndo a los auténticos ricos con los pies en polvorosa y llevándose su pasta con ellos, mientras en Italia han dado una amnistía fiscal que de momento ha hecho que regresen al país más de 80 montillones.
Ya al margen de la continua exhibición de nuevos modelos a cada cual más espectacular o lujoso, y el poco respeto hacia el dinero público, es de destacar la tolerancia existente en éste país con las corruptelas. Porque lo que ha publicado INOCENCIO ARIAS, todo ese derroche de medios con milenta mil acompañantes a todo plan, en cualquier país serio, hubiera producido un clamor popular o al menos mediático contra esa conducta, con serias responsabilidades cuando menos políticas. Porque esa conducta en un cargo político, es una muestra de su incapacidad para gestionar adecuadamente los caudales públicos, que en contra de lo que muchos piensan, no es que no sean de nadie, es que son de todos, aunque por lo visto, de unos más que de otros.
NOTA:
4 comentarios :
No sé por qué tu entrada, Bucan, me recuerda cierto refrán sobre no sé qué de un simpático animal que se viste de seda..., lo tengo en la punta de la lengua..., no caigo, no caigo.
De todas formas, amigo, la ínclita no hace estas cosas por gusto. Sabe que es su obligación representar a todos los españoles allá donde va. No se puede permitir el lujo de ir como un pellejo zarrapastroso. Y, así como algunas mujeres, con cualquier cosita están muy monas, pués otras... ¿qué te voy a decir que no sepas?
Un saludo.
Si, Inisfree, pero sabes que te podría decir ella, eso de ande yo caliente y riáse la gente.
Un poco sospechoso sí que es. El medallón y los viajes a Nueva York, a ver si se nos ha hecho de la CIA y el medallón es en realidad un sistema de contraespionaje que incorpora cámara de vídeo, micrófono, wi-fi, karaoke, un mini telescopio espacial hubble, reproductor mp4, un recortapellejos, y ves a saber qué más. ¿Te has fijado que tiene cierto aire a Mortadela?. Mira que eres mal pensado, Bucan. Por cierto, te he agregado a mi blog, espero que no te importe (y si te importa peor para ti :P).
Besossss.
Menuda jeta que tiene. No entiendo como en un país europeo se toleran tales gastos y ostentaciones con cargo al presupuesto. Deberian exigirse cuentas, a ver que va, porqué lleva tanta gente y todo eso. Esto no tiene remedio, Bucan.
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