La crisis ha dado lugar a la aparición de nuevos términos como Lonchafinismo y Madmaxismo que se emplean al hablar de economia. El lonchafinismo surgió a raiz de un comentario de Chelimo, un participante en el foro de BURBUJA.INFO, donde se trata abundantemente el tema de la burbuja inmobiliaria y de la crisis en general.
En dicho comentario, Chelimo contaba como mientras hacía cola en una charcutería de un gran hipermercado, observó que a la pregunta que hacía el charcutero a sus clientes de que cómo querían las lonchas de jamón de york, que si normal o fino, las respuestas eran “finas…, no muy finas”. Chelimo asoció ese hecho a un afán de sacar el máximo de lonchas posible por el mismo peso de jamón de York, como manera de combatir la crisis que empezaba a asfixiar a muchas familias.
El término LONCHAFINISMO para referirse a técnicas de supervivencia a la crisis arraigó y tomó auge. Hasta entonces se empleaba mucho el término de MADMAXISMO al hablar de técnicas de supervivencia ante la crisis, por aquello de la película MAD MAX, que imaginaba un mundo en desmoronamiento y ruina donde había que sobrevivir como fuera. Podría decirse que lonchafinismo implica una supervivencia que puede moverse entre la necesidad, el aparentar y la cutrez, y es un grado menor del madmaxismo.
En dicho comentario, Chelimo contaba como mientras hacía cola en una charcutería de un gran hipermercado, observó que a la pregunta que hacía el charcutero a sus clientes de que cómo querían las lonchas de jamón de york, que si normal o fino, las respuestas eran “finas…, no muy finas”. Chelimo asoció ese hecho a un afán de sacar el máximo de lonchas posible por el mismo peso de jamón de York, como manera de combatir la crisis que empezaba a asfixiar a muchas familias.
El término LONCHAFINISMO para referirse a técnicas de supervivencia a la crisis arraigó y tomó auge. Hasta entonces se empleaba mucho el término de MADMAXISMO al hablar de técnicas de supervivencia ante la crisis, por aquello de la película MAD MAX, que imaginaba un mundo en desmoronamiento y ruina donde había que sobrevivir como fuera. Podría decirse que lonchafinismo implica una supervivencia que puede moverse entre la necesidad, el aparentar y la cutrez, y es un grado menor del madmaxismo.
No faltó quien después ideó consejos de LONCHAFINISMO en la alimentación, como en el siguiente blog:
http://www.internautis.com/cocinafacilisima/?p=103, donde se da un DECALOGO lonchafinista:
Reciclar. Reinventar. Remodelar. He aquí la divisa del lonchafinista, que aplicada a la cocina, conseguirá que sorteemos la crisis sin merma en nuestros bolsillos, descalabro en nuestros paladares ni mengua alguna en nuestras grasitas. El pan duro, los restos, el ajo, el agua serán privilegiados aliados en nuestra lucha contra el euribor, los ahorros menguantes y los precios crecientes. De un euro hagamos tres, de un filete cinco, de un litro de agua un primer plato para chuparse los dedos. Todo vale si no mata. Adelante, compañer@s. Esta es nuestra guerra. Y la vamos a ganar:
1. Si se puede comer, se come. Si se puede reciclar, se recicla. En caso de duda, dáselo al niño con un poco ketchup.
2. Lleva siempre a mano una katana, para defender tu derecho a las ofertas. Tú las viste primero. En caso malo, tú lo habías pensado primero.
3. Los restos son un tesoro culinario, así que genera restos intencionadamente. Si haces macarrones, echa un puñado de más. Si haces arroz, otro. Ese puñado será nuestro salvavidas: macarrones rellenos y rebozados, croquetitas de arroz con queso en salsa de cebolla. Y así.
4. Inventa. Bate. Mezcla. Echa especias. Reboza. Disfruta. Y luego, si sobrevives, nos mandas un emilio con tus recetas. Estamos inventando la nueva cocina española, además de llenar la andorga con cuatro perras.
5. Jamás reveles tus secretos a los comensales. Sobre todo, mientras se lo están comiendo.
6. Cualquier trozo grande partido en trozos pequeños parece más cantidad.
7. Cualquier trozo pequeño rebozado parece más cantidad.
8. Cualquier rebozado, con salsa alimenta más.
9. Cualquier plato con salsa adquiere la categoría de obra maestra si se añaden unas patatas.
10. A la hora de gestar un nuevo plato, mira a ver qué restos hay en la nevera y por las baldas; escribe los nombres en sendos papelitos, saca tres y ordénalos de diversas maneras, intercalando vocablos como “rebozado”, “en tempura” “relleno”o “con salsa de”.
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Aquí, en el blog El Sobaco, hemos publicado alguna receta lonchafinista:
Y alguna escena lonchafinista, casi madmaxista, de un tío atrapado por la cabeza al meterla en un reciclador de botellas de vidrio para ver de pillar alguna de licor en la que quedase algo para echar un trago:
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Este es el texto original del comentario de CHELIMO, en la siguiente URL: http://www.burbuja.info/inmobiliaria/burbuja-inmobiliaria/22414-igual-es-que-estoy-obsesionao.html
“Os cuento, acabo de volver del alcampo (auchan para otros) y me ha llamado la atención, mientras hacia cola en la charcutería (por cierto no he visto tios/as mas lentos/as despachando en mi vida, el que compre en la vaguada lo sabrá), que la frase contestación mas repetida a la pregunta ¿como lo quiere, normal o fino? la respuesta era fino, no, mejor muy fino. Os juro que he visto las lonchas de york y de serrano más finas de mi vida, algunas se rompían, sin hablar que eran totalmente transparentes, con que con 200 grs sacaban el doble de lonchas que las normales. Por último además, la gran mayoría usaba el truco ese de dame 200 pero que no esté salao, y con la tontería todo el mundo se llevaba una loncha por la cara, pa probar Repito igual estoy obsesionao, pero llevo comprando aqui 3 años y nunca había notado que este comportamiento fuera el general. Me da a mí que la peña esta bastante más asfixiada de lo que parece. Pena de país!”
6 comentarios :
Creo que el lonchafinismo también está en nuestra política. Se intentan aprovechar tanto de ella, que salen políticos por todos lados...
Saludos.
Economia de postguerra, o preguerra, ya veremos.
Presunta Democracia, nuestra democracia ni es presunta. Con el Poder Judicial nombrado por acuerdos entre partidos políticos no hay democracia. Y con partidos nacionalistas como existen aquí, tampoco. Un saludo, novato.
Jesús, a mi modo de ver está claro que el lonchafinismo es economía de crisis, no de preguerra como dices. Es una forma de afrontar la crisis sin perder demasiado la apariencia, el aparentar, apantallar un poco la necesidad. No renuncian a comprar lonchas o menos peso de jamón de york o de jamón ibérico, no lo sustituyen por mortadela, piden las lochas más finas. Es lo que cuenta Chelimo, el originador del vocablo que ha tenido tanto éxito. Si organizas una merienda para amigos, las lonchas más finas, al mismo peso, cubren más platos.
Como me dijiste, ya me he autopromocionado.
Saludos.
Gracias, Presunta Democracia, por usar el servicio de autopromoción.
Hasta el lenguaje se adapta a la crisis... a ver cuando los estamentos dirigentes siguen su ejemplo.
Saludos
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