Pedro J. Ramirez, director de EL MUNDO en una conferencia ante alumnos de periodismo de la Universidad San Ignacio de Loyola de Perú, defendió la necesidad de impedir la existencia del PODER FACTICO en la sociedad a través de la independencia de la prensa frente al poder político.
A destacar, entre otras cosas que dijo: “… el periódico EL MUNDO sigue sus principios éticos fundacionales liberales de defensa integral de la libertad y de los derechos humanos... Nosotros nos limitamos a poner al Gobierno delante del espejo y le dotamos a los ciudadanos de los elementos de juicio porque un periódico no es un poder fáctico pero sí debe impedir que en la sociedad existan estos poderes… La independencia la dan los lectores y los anunciantes… Sólo el mercado proporciona la libertad de expresión".
También habló de ORBYT, la plataforma de contenidos de pago vía Internet de EL MUNDO, refiriéndose a ella como “el nuevo nicho en el que estamos trabajando de productos de Internet con el suficiente valor añadido como para cobrar por ellos”.
Por mi parte, añadir que el auténtico cuarto poder actualmente es la televisión, y más concretamente, las televisiones generalistas, que son las que tienen capacidad de hacer llegar al gran público las noticias o cartículos más criticos con el poder político que se publican en la prensa escrita. Y durante éstos años en que el nacionalismo, el caciquismo y la corrupción llevaban a España a la ruina, las televisiones de más difusión estatal han practicado un mirar hacia otro lado cuando no han sido parte activa en el proceso de degeneración democrática.
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