Jose María Carrascal, en un artículo de la Tercera de ABC, titulado “¿Otro Vietnam?. Peor”, hace un repaso de la situación de Occidente frente al mundo musulmán en lo que considera ya la Tercera Guerra Mundial y apunta las posibles soluciones para el islamismo.
Después de unas interesantes reflexiones sobre la imposibilidad de que la democracia pueda instalarse en el mundo islámico por la incompatibilidad del Corán con los modos occidentales, considera que la forma de mantener a raya al islamismo es desde dentro, vía el Ejército de los propios países. Tal como hizo el Ejército Turco bajo Mustafá Kemal, el Ejército Argelino o incluso el Ejército Iraki bajo Saddam Hussein.
Otra forma sería la del autócrata benevolente, evidentemente, también respaldado por el Ejército, como el caso del Sha de Persia, que intentaba modernizar el país y al que Carter, en nombre de la democracia, ayudó a deponer, para encontrarnos ahora con Persia convertida en el Irán de los Ayatollá.
De todos modos, donde Carrascal dice en el artículo que los islamistas quieren nuestra tecnología occidental pero no nuestro modo de vida, yo apuntaría que es la tecnología la que más modifica los modos de vida. Como decía Henry Ford, la auténtica revolución es que la tecnología esté al alcance de todas las personas. Pero desgraciadamente, si eso no sucede realmente ni en el mundo supuestamente democrático occidental, mucho menos en el mundo islámico, donde lo que les proporcionan sus ayatollá, sus mulá, sus talibanes y sus jeques y que tienen al alcance de todos es la mugre y los parásitos intestinales en una organización social propia del medievo.
De todos modos, donde Carrascal dice en el artículo que los islamistas quieren nuestra tecnología occidental pero no nuestro modo de vida, yo apuntaría que es la tecnología la que más modifica los modos de vida. Como decía Henry Ford, la auténtica revolución es que la tecnología esté al alcance de todas las personas. Pero desgraciadamente, si eso no sucede realmente ni en el mundo supuestamente democrático occidental, mucho menos en el mundo islámico, donde lo que les proporcionan sus ayatollá, sus mulá, sus talibanes y sus jeques y que tienen al alcance de todos es la mugre y los parásitos intestinales en una organización social propia del medievo.
A continuación, la parte del artículo en que Carrascal aborda el tema de las soluciones para el islamismo:
“La reforma del mundo islámico, repito, sólo podrá venir desde dentro de él y sólo hay dos vías para ello: el ejército y el «autócrata benevolente». El ejército turco, bajo Mustafá Kemal, fue el único que lanzó una laicización real del Estado, como el ejército argelino fue quien impidió que el radicalismo islámico ocupase el poder en el suyo, tras ganar unas elecciones. No muy democrático, desde luego, pero menos democracia tendrían bajo los integristas. Conviene recordar que Saddam Hussein, aparte de un brutal dictador, era un militar que encarcelaba ayatolás y se enfrentaba a un Irán regido por ellos. Tenía también afanes expansionistas en una zona neurálgica del planeta, que fueron cortados en seco tras su invasión de Kuwait. Pero Bush padre se libró muy bien de invadir Irak tras ellos, para no romper el frágil equilibrio político-religioso de aquel país. Su hijo, en cambio, cometió el enorme error de invadirlo, y ahí tienen ustedes los resultados: una guerra más larga que las mundiales y abandonado a su suerte sin haberla ganado"
"La «aproximación blanda», a la que pertenece la «alianza de civilizaciones», consiste en tratarles como amigos, y esperar que ellos se porten como tales. Se ensayó en el Irán del Sha, con la esperanza de que los islamistas nos lo agradeciesen. Reza Pahlevi no era, desde luego, un demócrata, pero era un déspota ilustrado que trataba de que su país alcanzase un nivel social y de desarrollo parecido al de occidente. Carter, en nombre de la democracia, se empeñó en deponerlo, y, ahora, nuestra principal preocupación es que los islamistas que le sucedieron no alcancen la bomba atómica".Para leer el artículo completo:
http://www.abc.es/20100902/latercera/otro-vietnam-peor-20100902.html
2 comentarios :
El problema para los planes de Carrascal es que loe ejércitos de los países árabes están muy infiltrados por los islamistas.
Suena interesante.
aspirante tiene razón, y yo lo veo de muy difícil solución si es que la tiene, pero coincido en que debe partir de ellos mismos, que se rebelen y dejen de ser carne de cañón, y para eso falta mucho tiempo, nosotros no lo veremos...
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