Una exposición de las obras del pintor Gil Vicente, que bien podrían calificarse de dibujos asesinos, en la Bienal de Sao Paulo ha supuesto un escándalo. El pintor aparece él mismo en nueve autorretratos al carbón donde se le ve asesinando a diferentes líderes mundiales, desde Bush, al Papa, pasando por el presidente de Irán, la Reina de Inglaterra o Lula da Silva de Brasil.
El pintor parece que explica que la idea le surgió después de sentirse decepcionado al ver como los dirigentes mundiales no solucionan los males que afectan a mucha gente en todo el mundo.
En fin, respetando la libertad de expresión del artista, me parece que se pasa tres pueblos representando viles asesinatos, generalmente disparando una pistola por la espalda, eso cuando no tiene a sus “víctimas” en posición de atadas a una silla, por no hablar de la bestial imagen del pintor degollando a Lula da Silva.
Entre otras cosas, y dado lo influenciable que es mucha gente, puede conducir a que algún fanático o iluminado se lo tome a la letra y decida asesinar a alguien. Y ya hay demasiados crímenes y asesinatos como para pensar que los problemas se van a solucionar con más crímenes y más asesinatos.
Me parece por otra parte, que para que eso pueda ser considerado arte, el pintor hubiera necesitado volcar su idea de desagrado con los líderes mundiales de una manera más sutil y elaborada.
Y por cierto, al que no se pasa por la piedra en los dibujos es a Bin Laden, que es claramente un enemigo de la civilización y de la humanidad. Debería haber empezado por ese.
Según dice el pintor, los cuadros no se venden individualmente, sino en paquete los nueve, por unos 250.000 dólares.
Visto en: minutodigital.com/
0 comentarios :
Publicar un comentario