Tremebunda historia la del juicio a un Papa muerto fue la del juicio al Papa Formoso a finales del siglo IX. Su sucesor, Esteban VI mandó exhumar el cadáver de Formoso, que llevaba meses enterrado para sentarlo en la silla de un tribunal y juzgarlo.
El cadáver de Formoso presentaba signos avanzados de descomposición, pero vestido con la ropa de pontífice, sentado en la silla de los acusados y con un sacerdote al lado que hacía de abogado defensor fue sometido a juicio por su sucesor el Papa Esteban VI, que actuaba a las órdenes de la familia Spoleto, enemiga del anterior Papa.
El macabro juicio, celebrado entre los hedores que salían del cuerpo en putrefacción del Papa muerto pasó a la Historia con el nombre de Juicio Cadavérico.
Formoso fue declarado culpable, le cortaron los tres dedos con los había dado las bendiciones, le arrastraron por el Palacio y tiraron su cuerpo a una fosa común. Poco después, volvieron a desenterrarlo y tiraron sus restos al río Tíber.
Meses más tarde, una masa de gente partidaria de Formoso, asaltó la residencia papal y detuvo al Papa Esteban VI, que fue llevado a prisión, donde más tarde fue asesinado en agosto del año 897. Fue estrangulado.
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1 comentarios :
Bueno, algo si que han evoluciondo en papado, pero no mucho.
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