Sí, Wall Street fue del Capitan Kidd. Lo que hoy es Wall Street en Nueva York, hace unos siglos, era propiedad del Capitán Kidd, marino que actuó como corsario, es decir, recibió patente de corso para capturar piratas, con derecho a parte del botin recuperado, y que hizo una enorme fortuna. Pero al final, fue acusado de ser él mismo un pirata. Veamos sucintamente la interesante historia.
El capitán Kidd y su barco Adventure han dado mucho que hablar, se han escrito libros y se han hecho películas. Pero muchas cosas se desconocen y sobre todo, no se sabe donde está el tesoro fruto de sus pillajes. En la foto superior, se ve una reproducción a escala del buque Adventure.
Su carrera hacia su trágica fama comenzó cuando estalló la guerra entre Francia e Inglaterra. Kidd, que navegaba desde joven, demostró gran valentía en el apresamiento de un buque de guerra francés evitando bajas inglesas. Ello le dió reputación.
Patente de corso que le fue entregada por el Rey de Inglaterra al Capitán Kidd, por el que se le autorizaba a la captura de buques piratas y otros buques enemigos de Inglaterra, con derecho a quedarse con la quinta parte del botin que obtuviera en sus capturas.
A la edad de 30 años le fue otorgada una patente de corso para perseguir piratas por parte del Rey de Inglaterra. Una quinta parte del botín sería para Kidd y sus hombres y el resto, sería para la Corona y los inversores que financiaban las expediciones.
Retrato del Capitan Kidd
Al principio no encontraba buques piratas, que lo rehuían y se escondían, y los hombres de negocio que habían invertido en la empresa, tuvieron que reponer fondos para seguir financiando. Pero pronto hizo presas y en pocos años, el Capitán Kidd se hizo muy rico. Todo lo que hoy es Wall Street, era suyo.
Su casa en Nueva York era de un lujo inigualable. Tenía unas chimeneas tan altas que los buques que arribaban a Nueva York las tomaban de referencia para situarse. Aunque el Capitan Kidd se había casado con una rica viuda y él decía que por eso vivía tan ostentosamente, las sospechas de que se quedaba con más parte del botín del que le correspondía empezaron a circular.
Cuando el pirata Culliford le robó el barco a Kidd en la Isla de Antigua, Islas Occidentales, la Corona británica le ofreció un nuevo buque, adaptado para capturar piratas, equipado con 34 cañones y 150 hombres. La dotación era muy honrosa y eficaz, pero tuvo la desgracia de que al poco de zarpar, fue retenido por un buque de guerra británico cuyo capitán le requiso casi toda la tripulación por necesitarla.
Así que Kidd tuvo que formar otra tripulación reclutando gente en Nueva York entre asesinos de la peor calaña, que es lo que encontró, algunos de ellos antiguos piratas. Probablemente aquí empezó su carrera hacia la desgracia final.
Inició una ruta hacia Madagascar en la cual capturó buques piratas y ricos botines. Pero sus hombres empezaron a presionar para asaltar todo tipo de buques. Kid en un principio se negó, hubo un motin, y Kidd mató a uno de los amotinados. Pero todo parece indicar que después de éste incidente, se convirtió en pirata, según los hechos relatados por supervivientes de sus ataques que contaban las crueldades de Kidd y sus hombres.
El 30 de enero 1698, el Adventura de Kidd asaltó un gran buque francés, el Cara Merchant, con grandes tesoros a bordo. Pero el buque navegaba bajo protección e intereses ingleses. Cuando la noticia llegó a Inglaterra, el Capitán Kidd fue declarado pirata por la Royal Navy y los buques de guerra recibieron la orden de capturarle.
El 1 de abril de 1698, el buque Adventura, junto con el Cara Merchant capturado, llegó a Madagascar, donde se encontraron con Culliford, el pirata que le había robado a Kidd su barco anterior. Kidd quiso asaltar el buque de Culliford pero la mayoría de sus hombres se amotinaron de nuevo y se pasaron al bando de Culliford, así que Kidd no tuvo más remedio que entrar en Puerto Maria, en Madagascar, con los buques y sólo 13 hombres fieles.
Allí se enteró que había sido declarado pirata. Negoció con el Gobernador de Boston su regreso a Nueva York. Dejó al Adventure en Madagascar y regresó con el Cara Merchant, hasta la Isla Catalina, en el Caribe, donde lo dejó, prosiguiendo el viaje a Nueva York por otros medios. Antes de entrar en Nueva York, enterró un inmenso tesoro en algún lugar de la isla de Gardiner, pensando emplearlo como elemento de negociación en el juicio que sabía que le esperaba.
Grabado de la época del ahorcamiento del Capitán Kidd
El 6 de Julio de 1699, el Capitán Kidd fue arrestado. Juzgado en Londres, fue declarado culpable de asesinato y cinco cargos de piratería. En 1701, fue ejecutado en la horca. La cuerda del verdugo se rompió en dos ocasiones. Estuvo expuesto en la horca durante tres mareas. Después, fue recubierto su cuerpo de alquitrán para mejor conservación y se colgó expuesto en un muelle del estuario del Támesis, durante dos años, en una jaula de hierro, para ejemplo de otros que pudieran ser tentados a seguir los pasos de la piratería. Y así acabó el hombre que era dueño de una gran fortuna y de Wall Street.
El supuesto tesoro del Capitán Kidd pudiera estar en Oak Island, Nueva Escocia, o Long Island, Nueva York, o la Isla Charles en Connectica. Todas éstas creencias dieron lugar a que Edgar Allan Poe escribiera El Escarabajo de Oro o Stevenson escribiera la Isla del Tesoro.
El Adventure, el buque del Capitán Kidd, fue quemado en el puerto de San María, Madagascar, un tremendo refugio de piratas. Los restos de un buque encontrados recientemente en la bahía, se cree puedan ser los del Capitán Kidd.
En ésta zona del Támesis, donde existe un pub llamado Capitán Kidd, fue ahorcado el famoso corsario y después pirata, que era dueño de Wall Street en Nueva York
Hay quien dice que Wall Street pasó de ser de un pirata hace tres siglos a ser de otros piratas actualmente, pero eso es otra historia. Je, je.
Fuentes:
2 comentarios :
Pues chico, de la manera en que se construye por todas partes desde hace años, si no se ha encontrado el tesoro es que no existe.
Interesante historia, la desconocía, y vaya lo salvajes que eran antaño. Ahora quedan los moros manteniendo añejas tradiciones.
Sin duda un lugar maldito
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