Un ingeniero húngaro ha inventado una bicicleta sin cadenas, la conocida como Stringbike. Unas cuerdas de polietileno y teflón son las que transmiten la potencia del pedaleo a la rueda trasera. Y así como en las bicicletas de cadena sólo llevaban un plato de arrastre en la parte derecha, en esta bicicleta sin cadenas, serán los dos pedales los que lleven su correspondiente sistema de poleas para transmitir la potencia a la rueda trasera: es por tanto, simétrico.
Disponen de un cambio de marchas que puede usarse mientras se pedalea. El avance parece que es muy suave y que es más fácil subir cuestas. Una peculiaridad es que si se pedalea hacia atrás, también empuja hacia delante a la bici. Las cuerdas que sustituyen a las cadenas, no son lubricadas, por lo que no manchan. Están previstas para resistir unos diez mil kilómetros, momento en que deberán ser sustituidas.
El ingeniero inventor es Robert Kohlheb.
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