Las invenciones e innovaciones son la base del progreso. Siempre que la experiencia demuestren su utilidad, desde luego y no se impongan inventos absurdos, como las Autonomías de Espanistan, por ejemplo. Las empresas, las sociedades o los países que se duermen en los laureles, se estancan y perecen. Hace dos millones de años surgió lo que se conoce como el primer ser humano muy similar al actual, el Homo Ergaster que dio lugar al Homo Erectus. Pero durante un millón de años, siempre fabricaron el mismo hacha de pieda, que era su principal herramienta y arma de combate y de caza. Apareció el Homo Sapiens, que inventó la lanza y el Homo Erectus desapareció. Ya no podía competir ni en la caza ni en la guerra.
Es cierto que el Homo Ergaster y su variante de Homo Erectus sobrevivieron durante mucho tiempo como dueños y señores pero se acomodaron demasiado a sus costumbres y a sus tecnologías. Mientras el Homo Sapiens fabricaba lanzas cada vez más sofisticadas, ellos seguían con su hacha de piedra. Hoy las cosas van mucho más rápido. Una gran empresa o un gran país pueden hundirse en la miseria en cuestión de años o incluso de meses.
El Homo Erectus, durante miles y miles de años, fabricó el mismo tipo de hacha exitosa que le había servido para cazar y combatir. Pero se estancó en ese inventó y no innovó. No tuvo nada que hacer ante el Homo Sapiens que desarrolló lanzas cada vez más sofisticadas. El Homo Erectus se extinguió.
Los éxitos pasados no aseguran los éxitos futuros. Hay un claro ejemplo de lo que le ocurrió a Henry Ford. Su triunfo fue apabullante fabricando el coche Ford T en cadena, abaratando el precio para que la clase media pudiera acceder al mismo. Hasta entonces, los coches se fabricaban artesanalmente, unidad a unidad y los precios eran prohibitivos. La Ford se convirtió en la mayor empresa productora de coches de EE.UU. Pero el gran inventor e innovador se durmió en los laureres.
Hasta un gran inventor e innovador como Henry Ford, se estancó finalmente al oponerse a que evolucionara su exitoso coche fabricado en cadena por primera vez, el Ford T. Cuando quiso darse cuenta, Chevrolet sacó un modelo más evolucionado y le desbancó como primer fabricante de coches.
En 1912 hizo un viaje a Europa y cuando regresó se encontró con que en su fábrica habían construído un modelo modernizado de Ford T. Henry Ford se opuso a su comercialización porque consideraba que el modelo que se había venido fabricando hasta entonces era todo lo que los norteamericanos pedían y deseaban. No se percató de que otros fabricantes de automóviles si que estaban innovando y cuando Ford quiso darse cuenta, Chevrolet ya estaban vendiendo más coches que él.
Y hay que tener en cuenta que eso le pasó a un hombre profundamente innovador. Ford fue el que dijo que las opiniones y gustos de la gente había que tenerlas en cuenta, pero hasta cierto punto, porque la mayoría de la gente tiende a ser immovilista y puso como ejemplo el que si él hubiera preguntado a la gente de su tiempo que es lo que quería, le hubieran dicho que querían caballos más rápidos y sillas de montar más cómodas. Y si él les hubiera hecho caso, nunca habría fabricado su exitoso Ford T.
MIENTRASTANTO
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2 comentarios :
Desde luego no podemos dormirnos en los laures...o si, depende de que estemos soñando, jejeje
Ese GPS quedaría "total" en el salpicadero junto a una gitana "loartolatele"
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