Los hombres calientan mujeres

El descubrimiento de la Universidad de ST. Andrews es que los hombres calientan a las mujeres, pero literalmente. La temperatura de algunas zonas del cuerpo femenino suben instantáneamente en cuanto se les acerca un hombre. Lo midieron con detectores de infrarrojos. A simple vista no se aprecia dicho calentamiento pero esos detectores si pueden apreciarlo. Concretamente es la cara donde más se produce la subida de temperatura, hasta un grado. Se comprobó que si se acercaban mujeres a otras mujeres, no se producía tal elevación de temperatura.

A veces, tanto hombres como mujeres podemos ruborizarnos. La sangre afluye a la cabeza y cara y se eleva la temperatura. Por ejemplo, un hombre le tira los tejos a una mujer y ella puede ruborizarse, sobre todo si el hombre le gusta. O viceversa, es el hombre el que puede sentir una oleada de calor si una mujer que le gusta mucho se dirige a él en plan amistoso. También se produce rubor en la cara cuando te pillan en una mentira.

Pero en los casos de ruborización por cortejo o por mentir, existe una interacción personal del sujeto. Es el hecho del cortejo o de la mentira lo que activa mecanismos en el cerebro que producen un aumento del flujo sanguíneo. En el experimento de la Universidad se ha comprobado que sin conocerse ni existir interacción alguna entre ellos, a las mujeres les subía la temperatura de la cara.

Ahora deberán intentar descubrir que mecanismos se ponen en marcha en el cerebro femenino para que el mero acercamiento de hombres produzca esa ruborización. La verdad es que lo que he oído difundido sobre estos estudios no especificaba si las cámaras térmicas habían controlado todo el cuerpo de la mujer. Es decir, ese aumento de un grado se producía sólo en la cara o en alguna otra zona como en la genital, por ejemplo.

Porque si sucediera también en la genital, la motivación de ese aumento de flujo sanguíneo tendría un origen distinto a si sólo se produce en la cara. Por otro lado, hay que tener presente que en la mujer realmente excitada durante el acto sexual sufre también una ruborización del rostro.

Lo cierto es que puede formar parte de un mecanismo muy primitivo. La ruborización hace que la piel adquiera un tono más vital y juvenil. El rostro se vuelve más atractivo. Es lo que imitan las mujeres con el maquillaje.

Durante la evolución, las mujeres con más capacidad de ruborizarse podían tener más éxito con los hombres y tener más descendencia. Cuando las mujeres salen de caza de hombres para ligar, se dan brochazos en las mejillas con productos que les dan un tono sonrosado o rojizo. O bien se pegan pellizcos en la cara para reactivar la circulación en la zona y simular un rubor.

Puede ser incluso que normalmente los hombres no detecten esos sonrojos instintivos de las mujeres cuando ellos se les acercan debido precisamente a los maquillajes y cremas que la mayoría de mujeres aplican sobre sus rostros y que encubren esos leves enrojecimientos por calentamiento. 

Pudiera ser que al sentir la presencia de hombres cerca, la mujer sufra un calentamiento instintivo del que ni siquiera se percata. ¿Quizás experimenta la atracción instintiva por el macho?.

MIENTRAS TANTO

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