El asunto de los nombres direcciones de correo electrónico
es de lo más sorprendente. Estaba creando una cuenta en Gmail y los textos que
se me ocurrían y más me gustaban ya estaban siendo usados. Harto de recibir
rechazos decidí probar algo extravagante y se me ocurrió escribir “chupapollas.gmail.com”
a ver que pasaba. Y lo que pasó es que ya existía ese nombre de usuario. Me
quedé perplejo pensando que alguien podía emplear ese nick como dirección de su
correo electrónico.
Decidí seguir adelante con la idea de probar otros textos
groseros y mi sorpresa fue en aumento. Probé con “chupamelamingadominga.gmail.com”
y me responde que también está tomada por otra persona. Lo más alucinante es
que me apunta que está disponible “chupamelamingadominga83.gmail.com” así como "chupamelamingadominga16.com". Pero hay más sorpresas. Seguí probando burradas que se me ocurrían y la
respuesta seguía siendo que ya estaban ocupadas por otros usuarios. Veamos más
casos.
No me imagino a gente yendo por ahí dejando su correo electrónico
con nombres como “tocameelbolo”. Porque supongamos que vas a una entrevista de
trabajo o a pedir un crédito a un banco y cuando te piden la dirección electrónica
para mantener el contacto respondes que es “mesudaelnabo.gmail.com”.
O sea, que salvo casos de gente que busca provocar o llamar
la atención cabe deducir que esas direcciones han sido tomadas por personas que
las usarán en casos especiales como responder a correos electrónicos que son
spam y cosas así. Es decir, que alguien te envía un mensaje no deseado dándote
la lata con alguna historia que te importa un rábano y le respondes empleando
uno de estos guarros nick como remitente. Es una forma contundente de dejar
claro al otro tu interés por el asunto que te plantea.
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