La filosofía del embudismo se practica, como si fuera una moda, con un embudo como sombrero. Puede acabar siendo un fenómeno sociológico. Con dicha técnica o moda es como suelo hacer este blog. Se trata de practicar la filosofía de lo obvio, lo cual implica no dar nada por cierto así como así. Los hechos y sus circunstancias han de ser analizadas para dejar en pelotas a la obviedad y comprobar si es lo que parecía. Lo evidente suele ser evidente pero no siempre. Y cuanto más evidente sea algo, más difícil es que sea aceptado.
Nos solemos guiar por intuiciones y por el ego vanidoso. El embudo como sombrero nos ayuda a ponernos en nuestro sitio y a relajarnos para pensar. Entre otras cosas, es un símbolo de las etapas de los pensamientos: son voluminosos en nuestras cabezas, la parte ancha, pero han de ir concentrándose para emanar por la parte estrecha.
Antes de tomar una decisión cuyo resultado puede desembocar en algo erróneo o algo fatal, es mejor embutirse el embudo sobre la cabeza y pensar. Esa especie de tolva invertida que ponemos sobre nuestra testa es la conexión entre el mundo interno de nuestra mente y el mundo externo que nos rodea.
Yo me he puesto ese vórtice
sobre la cabeza y al poco me han venido ideas obvias: "andamos como andamos
porque somos como somos". Otro ejemplo: "si hoy es hoy, ayer fue ayer y mañana
será mañana".
No son grandes descubrimientos quizás pero es como un vórtice
espiral que hace brotar pensamientos obvios reales. No siempre serán precisos
pero evitan que te pilles los dedos o te dejes llevar por prejuicios
establecidos o fanatismos.
Mientras escribo con el
embudo colocado, me vienen más pensamientos que se concentran para salir por el
tubo superior: “Nací el día de mi
cumpleaños y justo a mí me tocó ser yo. Soy como soy, alguien tenía que serlo.
Creo firmemente que una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa”.
Voy a hacer otra prueba. Me
pongo el embudo y pienso en viajes. La avalancha de pensamientos se cuecen en
la parte ancha pero por la parte estrecha sale al éter externo un pensamiento
crucial: “Vayas donde vayas, siempre estarás allí”.
Os daréis cuenta de que el
embudismo es una técnica importante para asesores y consejeros. Ayuda a
predecir con sentido común. Predecir siempre es difícil y predecir el futuro
mucho más. Por eso la mayoría de los videntes predicen el pasado. Lo importante
de predecir es no cometer errores al interpretar los datos o los símbolos. Por
ejemplo: “ Cuando el gallo canta de madrugada, puede que llueva mucho, puede
que llueva poco o puede que no llueva nada”.
Pregúntate cualquier cosa y
después colócate el embudo de sombrero. ¿Qué es el tiempo?. He hecho el
experimento y he llegado a la conclusión de que “el tiempo es algo que pasa a
una velocidad de un segundo por segundo y vuela que se las pela”. Ya sé que no
es original pero es obvio.
Practica la filosofía del
embudismo. No sólo los orientales pueden crear filosofías y religiones. Ponte
un embudo como sombrero y medita. Sube tu foto a las redes sociales con ese
aditamento y si has condensado una idea obvia, añádela. Si de momento no te ha
producido una idea relevante, no importa. Por algo se empieza. La estética es
importante. ¿Te has visto como sales en la foto con un embudo como sombrero?. Hasta que no te ves así no sabrás realmente como eres.
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