La menstruación femenina, el
olor a pescado y la sangre forman parte de un anuncio publicitario de Tampax
que produjo polémica. No puede ser más explícito como se aprecia. Si no quieres
oler a pez y atraer a los tiburones con tus pérdidas sangrientas, usa un tampón
para taponar la grieta.
En realidad no es falso lo
que muestra el anuncio. Podrá ser considerado como de más o menos gusto pero es
realista. Y juega como otros tipos de publicidad con el miedo a oler mal. Es
algo muy empleado por la publicidad de cosmética o incluso de los productos de
limpieza. Si no quieres que tu casa huela a pocilga de cerdos limpia con tal
cosa. Y si tú no quieres oler a choto, emplea tal desodorante, que además las
vuelve locas.
La imagen de la mujer
acechada por los tiburones mientras nada es también muy explícita del mensaje
que pretende enviar el anunciante de tampones. Nada segura entre escualos, que
acuden al olor del pescado y de la sangre. Lo cierto es que un tiburón puede
oler una gota de sangre a una gran distancia, ya que las moléculas de dicha
sangre son arrastradas por las corrientes marinas.
No sólo los fabricantes de tampones o compresas pueden impactar. La cantante Lana del Rey lo hizo con su canción donde decía que su potorro sabía a Pepsi Cola. No tardaron las reacciones en Internet haciendo parodias sobre el tema.
Otro caso: Anuncio menstruación no
infamante
En el verano de 2013, otro
anuncio de Tampax volvió a crear polémica pero fue declarado no infamante
contra la mujer por la autoridad encargada de evaluar la publicidad en España. Una
demanda presentada contra dicha publicidad consideraba que la escena en que la
mujer le explica al hombre como colocar un tampón era vejatorio para la
condición femenina y tenía una alta carga sexual. Al final del artículo pongo
el video.
La empresa fabricante dijo
que sólo pretendía mostrar como funciona el artilugio para que lo supieran
muchas personas que lo desconocen y que antes de emitirlo había hecho una
encuesta entre mujeres: sólo el dos por ciento de las encuestadas lo encontró
denigrante o con contenido sexual.
La realidad es que el
erotismo y el sexo forman parte de una gran cantidad de anuncios desde que
estos existen. Los anunciantes hacen estudios de sociología para estudiar los gustos, costumbres y reacciones de la gente. Por eso las empresas suelen contratar para grandes campañas a
famosos que son mitos eróticos con sus espléndidos cuerpos. Macizos y macizas
mostrando cacha e insinuando que te parecerás a ellos y triunfarás social o sexualmente si consumes el producto
que publicitan están a la orden del día. Sería absurdo negar tal cosa.
Precisamente muchos
productos de consumo se venden en base a que la gente espera aumentar su
atractivo con ellos y ligar o hacerse desear más. Coches, ropas, cosméticos,
comida, no hay tema que no recurra en algún momento a darle un cariz erótico a
su publicidad para estimular emociones instintivas y por esa vía aumentar las
ventas.
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