La moda de los muslos
delgados hacen suspirar y sufrir a muchas chicas que no los tienen así pero
desearían tenerlos. Todo un fenómeno sociológico. Lo que quieren es que haya un hueco ahí, entre pierna y
pierna. Pero para ello sólo hay dos formas: o tener una constitución genética
de ese tipo o estar bastante delgada. Las mujeres cuya constitución genética
les ha aportado tener las piernas muy abiertas en esa zona son como son. Pero
las que no son de esa constitución y querrían tener el hueco entre los muslos,
recurren a todo tipo de métodos para lograrlo.
El método que primero se les
ocurre a algunas es adelgazar a base de la primera dieta que pillan por ahí. No es malo estar delgado, pero hasta ciertos
límites. Para lograr ese notorio hueco en esa zona situada debajo de la vulva,
han de adelgazar normalmente una barbaridad y ello puede conducir a la anorexia
y a disturbios mentales.
Las hay que recurren a
métodos de clínicas de estética donde dicen que con sesiones de radio
frecuencia de luz infrarroja, empleo de vacío y masajes, reducen el volumen del
muslamen.
Más decididas son las que se
apuntan a la cirugía, con liposucción que elimina la grasa en los muslazos.
Parece que siempre deja algo de cicatriz aunque los médicos procuran que sea
fina y quede oculta por el traje de baño.
Recurrir a la gimnasia
parece el método más natural. La moda están en la gimnasia tipo ballet,
practicada delante de una barra de pared o enfrente de una silla. Hay que
juntar las rodillas e iniciar el movimiento de sentarse doblando ligeramente
las piernas. Entonces hay que levantarse sobre los dedos de los pies como si
calzaran tacones altos. Las caderas se impulsan hacia arriba y afuera. Después
se echan hacia atrás y enderezan la columna. Todo sobre los dedos de los pies.
Más o menos es así. Tipo ballet. Naturalmente, este tipo de ejercicios son
efectivos después de practicarlos con constancia durante mucho tiempo.
Lo cierto es que en los
desfiles de modelos se suelen ver muslos estilizados y separación entre ellos.
Pero la mayoría de esas mujeres suelen tener esa constitución genética, al
margen de que hagan dietas y ejercicios. Una mujer con buenos muslazos de
siempre es difícil que consiga reducirlos hasta ese punto salvo que incurra en
el peligro de comer poco hasta la anorexia, como se mencionaba al principio de
este artículo.
Desde el punto de vista
erótico, a los hombres se les va la mirada más hacia las mujeres con buen
muslamen, sin rayar en la obesidad. Basta ver como suspiran por los redondos
traseros de Jennifer López, Coco Austin o Beyoncé, considerados de los mejores
mundiales. Pero quizás desde el punto de vista estético la delgadez permite
elegir entre más tipo de ropa y eso es lo que probablemente induce a esas
chicas que anhelan los muslos delgados y separados.
Así es como lo explican en ABC: que los muslos no se junten, incluso cuando los pies están juntos. Según Angel de Antonio, eso es consecuencia de la morfología de cada persona.
Un anuncio de mediados del siglo pasado cuando se estilaba el tipo de muijer macizo. En este anuncio, ella se congratula del mayor número de citas que consigue desde que engordó diez libras.
Los muslos delgados y separados es frecuente que se vean sobre las pasarelas de los desfiles de modelos.
Los hombres tampoco están libres de las presiones de la estética de moda. Ahora parece que no lleva ya lo del dicho de que el hombre y el oso, cuanto más feo, más hermoso.
Largas piernas delgadas que muchas chicas quisieran tener.
Parece que aquí hay un "hueco" deseable por muchas.
Una exhibiendo su "tipazo"
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