Aunque suene algo mal, mentir
bien es importante y una prueba de inteligencia. No se trata de elogiar la
mentira sino de que si dices una, que sea buena, creíble, que no sea burda. Si vas a inventar una excusa para justificar ante otro una ofensa que le has hecho, esa invención ha de ser de buena calidad o le volverás a ofender al ver que le tomas por idiota.
Ocultar la verdad con trolas es una de las cosas que más nos diferencia de
los otros animales. Porque mentir exige intentar averiguar el pensamiento del
otro y para eso se requiere ser inteligente. El ser humano es el animal que
destaca con mucho sobre las otras especies.
El engaño en los animales:
Los estudios de sociología animal han comprobado que en algunas especies algún miembro engaña de vez en cuando a otro, sobre todo
para quitarle la comida o para burlar al macho dominante y copular con una de
sus hembras. Pero nada comparable con la capacidad de engaño de los humanos.
La mentira es una poderosa
herramienta para evitar conflictos en las agrupaciones humanas desde que
empezaron a tener entendimiento. Ante una afrenta, por ejemplo, el ofendido se
calmará si el ofensor le da una explicación pausible sobre el hecho aunque esa
explicación sea falsa. Ello impediría que el ofendido le abra la cabeza al
ofensor con su hacha de piedra para dejar su honor limpio ante la tribu.
Mentir bien es ser convicente:
La clave es que la mentira ha
de ser convincente. O sea, hay que engañar al otro pero bien, no de una forma
burda. Por ello, los grandes mentirosos son más inteligentes. Cuando usan esa
facultad para la maldad y la estafa son temibles. Los grandes timadores o los
políticos demagogos que arrastran masas son ejemplo de cómo se puede engañar a
la gente que tiene inteligencia media o limitada, que es lo que más abunda. Los
timadores y los políticos demagogos tienen una gran capacidad para adentrarse
en el pensamiento del otro y reconducirlo, excitando su avaricia, su miedo o su tontuna.
Hay situaciones en que una
falsedad es conveniente si se desea evitar conflictos mayores. Los países
mienten unos a otros y los ciudadanos se mienten entre ellos. Se evitan guerras
y peleas, Aunque también es cierto que las falsedades pueden dar lugar a enfrentamiento,
cuando alguien difama o tima a otro, por ejemplo, pero el caso es que la
mentira es un producto inevitable de la inteligencia.
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