He asistido a un taller para cocina para hombres de cocineras eróticas donde dan consejos, hice prácticas y tome algunos apuntes así como algunas fotos. La verdad es que los apuntes no fueron muchos ya que me distraía demasiado ante tanta exhibición de mandiles abiertos que dejaban mostrar pompis suculentos. En fin, os resumiré un poco como fue la cosa.
Os desilusionaré si os digo que no versaba sobre recetas afrodisíacas sino que era sobre cosas prácticas mayormente. Si leo lo que apunté veo que hablaban mucho de la importancia de las zanahorias, los pepinos, los nabos y los plátanos. Decían que tenían a esos productos alimenticios entre sus preferidos. Una con aspecto de sádica decía que la ponía el cortarlos en rodajas.
El motivo de no usar mucha ropa en la cocina e ir casi en pelotas con un mandil parece ser que obedece a tener más libertad de movimientos y a que la ropa no coja olor a fritanga y después haya que lavarla. Así basta que ellas se duchen, incluso con el mandil puesto, para quitar esos olores. También se puede usar lencería sin mandil o bikinis.
Aunque lo cierto es que andan así para captar hombres para el cursillo. Alguna de ellas me confesó que si no enseñan cacha no se apunta ninguno porque son todos unos guarros que sólo les gusta el fútbol y ver guarrerías en Internet. Ya le expliqué que yo no, que yo hubiera asistido igual aunque fueran vestidas de monjas.
O sea, no penséis que esto es sólo una exhibición de cocineras eróticas ligeras de ropa. Con gran esfuerzo, como ya apunté antes, pude tomar algunas notas sobre trucos o consejos de cocina de los que relataré algo a continuación.
El consejo que la de la foto no da versa sobre la coliflor. Hay que hervirla añadiendo al agua un poco de leche y así se mantiene más blanca una vez cocinada y lista para servir. Por cierto, que la coliflor echa un cierto pestazo al cocer. Para evitarlo hay que echar en la olla donde hierve un trozo de pan duro.
Esta otra nos enseñó que para cortar huevos cocidos duros por la mitad conviene humedecer el cuchillo antes y así el corte será más limpio, sin que se peguen trozos de yema al cuchillo y el resultado pueda ser poco presentable.
Esta del mandil azul nos contó que era bueno añadir una tacita de limón al agua en que se iba a hervir el arroz ya que así saldría más blanco y esponjoso.
Esta de las bragas de puntilla negra nos enseñó como abrir una tapa de bote de conserva de cristal. Muchas vienen muy duras de fábrica, como si estuvieran pegadas al tarro. Naturalmente, es necesario un cierto aprieta para que no se desenrosquen durante el transporte y manejo y viertan todo el contenido por el suelo. Pero luego puede ser difícil de abrir usando pura fuerza. Un truco es usar unos guantes de goma de fregar para hacer más agarre con las manos. Pero otra forma es darle unos golpes a la tapa, preferentemente en el sentido de apertura. Así, con poco esfuerzo, se podrán abrir. Naturalmente allí no fue necesario recurrir a estos trucos ya que yo que soy muy fuerte les abrí a ellas ellas todos los tarros que necesitaron.
También nos mostró como desinfectar uno de esos botes si lo quieres usar para guardar cosas como conservas caseras. Para ello se usa el microondas. Pones un poco agua dentro del tarro, lo tapas y al microondas hasta que empiece a hervir el agua. Lo sacas y ya está esterilizado. Del mismo modo, un sistema parecido sirve para lavar calcetines. Por ejemplo, mientras haces otras cosas en la cocina aprovechas el tiempo. Pones los calcetines en un recipiente con algo de jabón y los revuelves un poco. Después lo metes todo en el microondas y esperas a que empiece a hervir. Lo sacas y ya están lavados y desinfectados.
E
Con tanto tomar notas, al hacer prácticas de guisado se me quemó la comida dentro del cacharro. La de la foto me explicó que hacer para limpiarlo. Me dijo que lo que ella hacía era poner agua con bicarbonato dentro del recipiente y dejarlo así para que esa mezcla hiciera su trabajo. Después sería fácil quitar los restos de quemado de la superficie del cacharro. Así lo hice y funcionó.
La que está con lencería en la foto anterior me dio el consejo de como hacer una tortilla de patata que no sea grasienta y engorde menos. El truco es usar patata cocida en vez de frita. Y sólo un poco de aceite para cuajar la tortilla.
La que va tan ligera de ropa mostró como había que hacer para no tener que limpiar la plancha después de usarla. Había que colocar un papel de aluminio encima de la planca y tirarlo una vez terminado de cocinar.
Era impresionante ver a esta como daba forma a la masa de la pizza con ese pompis tan rotundo. Y de paso nos dió un consejo sobre el olor a ajos. Después de anda manipulando ajos, lo mejor es frotarse las manos con un cuchillo de acero inoxidable durante medio minuto antes de lavarlas. Así se va el olor.
Con la de la foto del pantalón corto casi ligo. Ya la tenía en el bote pero de repente me dijo que mis manos olían a cebolla y a ajo que echaban para atrás y que eso la deprimía la líbido. Maldita sea. Lo único bueno es que me dio el consejo para quitarme el olor: que pusiera las manos bajo un chorro de agua fría, pero sin frotarlas una con la otra porque si lo hacía no se iría el pestazo e incluso se impregnarían más. Oye, funcionó. Lo malo es que cuando volví con mis manos frescas, ella se había ido.
Bueno, espero que os hayáis hecho una idea sobre lo que versó el taller de cocineras eróticas dando consejos.
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