Los ladrones de ladrillos han sido una lacra a lo largo de los siglos para la integridad de la Gran Muralla China. Fue iniciada su construcción hace unos 2.500 años. A lo largo de la Historia algunos trozos fueron destruidos y reconstruidos de nuevo por las diferentes dinastías.
Su función era la delimitar y defender la frontera norte de China. Era una especie de fortaleza gigante para detener las invasiones mongolas.
Tiene una longitud de más de 20.000 km. de los que se conserva en estado aceptable un tercio de ellos. El resto ha sido pasto principalmente de los robos de ladrillos continuos. En siglos pasados los habitantes de las aldeas y pueblos saqueaban la muralla para usar sus materiales para construir casas.
Destrucción actual:
En los tiempos modernos ha surgido otro peligro. Los hurtos de piedras y ladrillos los hacen los que después se los venden a los visitantes extranjeros como recuerdo de su viaje. Y teniendo en cuenta que cada vez más gente visita el monumento no es descabellado pensar el que trozos enteros de muro desaparezca transportado pieza a pieza en las maletas de los viajeros.
Se da la paradoja de que La Gran Muralla resistió a las invasiones de los mongoles y de los manchures pero puede sucumbir ante la invasión de los turistas.
Se da la paradoja de que La Gran Muralla resistió a las invasiones de los mongoles y de los manchures pero puede sucumbir ante la invasión de los turistas.
Por ello las autoridades de ese país han decidido tomar cartas en el asunto y perseguir a los ladrones de ladrillos y piedras.
Existe un mito. El de que la Gran Muralla es visible desde el espacio pero no es cierto:
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