Hombres espanta moscas del faraón

Curioso hecho histórico el de los hombres espanta moscas del faraón Pepi II. Este dirigente egipcio es el rey que más tiempo gobernó, unos 90 años. Subió al trono muy joven y vivió mucho.

Estamos en una época donde aún Egipto era una gran potencia y aún se estaban construyendo pirámides. Pepi II tenía el poder de un dios capaz de exigir a sus súbditos cualquier cosa.

Una de las manías de dicho rey era el odio que sentía a que las moscas se le pusieran encima. Era habitual que servidores de los faraones estuvieran todo el rato a su lado agitando plumeros para espantar y matar a los molestos insectos voladores. 

La verdad es que esos insectos pueden desquiciar a uno. Cuando una mosca pesada viene, se te posa encima, y vuelve y regresa otra vez y no para, puede hacer que te desesperes. 

Pepi II ideó un plan: formó un grupo de sirvientes a los que todos los días cubría con miel. De este modo las moscas irían a posarse sobre ellos y no sobre la real persona del faraón.

Allí donde fuera Pepis II iba rodeado de sus sirvientes cubiertos de miel y llenos de moscas. 

Hoy día juzgaríamos denigrante el trabajo de esos sirvientes pero en la mentalidad de la época probablemente estarían orgullosos de ser útiles a un dios viviente. Y sin duda podía comer toda la miel que quisieran ya que allí disponían de grandes cantidades. 

Podía ser peor:

Después de todo, era un trabajo bastante dulce aunque teniendo que bregar con el molesto revolotear de los moscones día tras día lo más seguro es que acabaran enloquecidos. Además era bastante pringoso. Peor lo tenían otros sirvientes con otros faraones que decidían que cuando ellos murieran fueran sacrificados todos para que siguieran a su servicio en la eternidad de la otra vida. 

Es sabido que el faraón Djer, uno de los primeros, organizó la muerte de cientos de sus siervos para que fueran enterrados con él. Ayudantes y criados, en total, 587, fueron asesinados. Se han encontrado sus tumbas. No tienen heridas en sus cuerpos. Se estima que murieron envenenados. No se sabe si ellos se mataron voluntariamente para seguir a su señor o fueron obligados.