En la foto, una imagen del río Guadalete, donde tuvo lugar la decisiva batalla que iba a cambiar la historia de Hispania y de rebote de Europa, durante siglos. La foto está sacada del blog ENTORNOAJEREZ
Tenemos en primicia tres primeros capítulos de la novela titulada “Viento de furioso empuje”, de Pedro Espinosa García, también conocido como POLICRONIO, editor de BATIBURRILLO, el blog de análisis sobre la actualidad sociológica, política y económica de nuestro país, y que alcanza el nada despreciable nivel de PAGE-RANK-5 en GOOGLE. Los personajes de dicha novela se desenvuelven en la convulsa época de la invasión musulmana a Europa a través de Hispania, invasión exitosa gracias a la tontucia de los Godos, entonces controladores de la Península. Los interesados, pueden leer dichos capítulos en el enlace de la web donde están alojados : NOVELA.
El 26 de Julio de 711, tuvo lugar la batalla de Guadalete, donde los godos fueron derrotados, sin tener posibilidad de reponerse por su poca organización logística para una auténtica guerra de resistencia. El vencedor de la batalla, Tarik, junto otro jerifalte enviado por el Califa de Damasco, Muza, sin ningún ejército godo organizado que pudiera enfrentárseles, conquistaron en meses toda la Península. En menos de un año habían llegado a Narbona, en Francia.
Cabe decir que sólo quedó fuera del dominio musulmán al cabo del año, algunas zonas de Asturias así como la región de Murcia, donde el Conde Teodomiro opuso durante años una enconada resistencia.
Los Godos, cuya estructura social consistía en castas militares mal avenidas, se educaban en el empleo de las armas, pero carecían de la visión estratégica, la organización logística y la disciplina que habían existido en la antigua Roma y que habían convertido a las Legiones en eficaces máquinas de guerra imponiendo la Pax romana durante cientos de años en extensos territorios. No supieron ver que el Islam había aglutinado a múltiples tribus norteafricanas y de Oriente Medio, impulsándolas a una expansión que a punto estuvo de acabar con la ocupación de toda Europa si los Carolingios no les hubieran inflingido a los musulmanes una severa derrota en Poitiers, (Francia).
A continuación, una breve sipnosis de la novela, elaborada por el autor de la misma:
Breve sinopsis de “Viento de furioso empuje”
Se trata de un relato histórico que transcurre a principios del siglo VIII y describe la conquista de Hispania por los musulmanes. La narración está desarrollada desde el lado árabe, dato que comporta cierta originalidad narrativa, y el personaje principal, que no es un guerrero, debe llegar a Hispania para cumplir una misión de la que depende su propia creencia en el islam, una religión tan controvertida entonces como en nuestros días. Y así se refleja en la obra.
Se da el caso de que ese personaje, junto al que aparecen amigos y enemigos (varios de ellos hispanos), arranca su aventura en Damasco y en el itinerario hasta llegar a Toledo es objeto de numerosas peripecias cargadas de intriga y emoción. Es, pues, una novela histórica, documentada a fondo, en la que no faltan episodios llenos de humor, riesgo y fantasía, incluyendo algún que otro milagro destinado a darle distracción a la lectura y a justificar en parte la actitud apasionada de otros personajes secundarios de gran temperamento.
El título provisional, “Viento de furioso empuje”, alude a la asombrosa celeridad con la que los musulmanes conquistaron en pocos años una gran parte del mundo conocido, incluidos varios imperios milenarios. Sobre todo ello, es decir, sobre las razones y posibles límites de esas conquistas versan algunos de los diálogos (faceta destacada de la obra) que los protagonistas establecen conforme a las diversas creencias religiosas o patrióticas que poseen.
La novela consta de 42 capítulos y 486 páginas.
2 comentarios :
¡ah!, pero ¿fue una invasión?. Yo pensaba que había sido una Alianza de Civilizaciones. Pues si fue una invasión, debería promover el Gobierno una Memoria Histórica para reclamar a los países de donde vinieron esos sarracenos una compensación económica, digo yo. No creo que a Damasco podamos sacarle mucho, pero a los países àrabes produtores de petróleo si que se podría.
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