He visto que al hablar sobre la evolución de las especies mucha gente cae en el Lamarckismo. O sea, que muchos creen que las jirafas tienen el cuello muy largo porque a fuerza de querer comer cada vez hojas más altas de los árboles, su cuello se fue estirando de generación en generación, por poner un ejemplo. Parece que fuera lógico pero no es cierto. Los seres vivos no cambian su ADN porque quieran comer hojas más altas o porque quieran correr más rápido. Los cambios en el ADN son aleatorios, son mutaciones y sólo sobreviven aquellas que tienen una ventaja competitiva. Cuando una jirafa mutó y salió con el cuello más largo que otras, pudo comer más hojas en las zonas altas y ello fue una ventaja, porque en las zonas altas nadie comía hojas, así que había muchas. Y esa jirafa, más nutrida, más fuerte, transmitió esos genes a sus descendientes y como era bueno, pues prosperó hasta que los cuellos de todas las jirafas fueron alargados.
Lamarck fue un investigador que en 1809, medio siglo antes que Darwin publicará su teoría de la Selección Natural de las Especies para explicar la evolución, planteó una teoría de la evolución que parecía tener su razón de ser y que fue aceptada por muchos incluso hasta el día de hoy. Pero se basaba en que los seres vivos trataban de adaptarse al medio y así cambiaban su ADN de acuerdo con las nuevas circunstancias. Si había una sequía prolongada, se bebería menos y con los años, los organismos se adaptarían para beber menos y transmitir esa facultad a sus descendientes. Sería como decir que si alguien entrena mucho y consigue lanzar dardos que den siempre en la diana, podría transmitir esa facultad a sus hijos.
Pero el Lamarckismo es un error de bulto. En todas las especies hay mutaciones continuas de ADN y las consecuencias suelen ser generalmente nefastas. No suponen ninguna ventaja competitiva y a veces son taras genéticas. Pero cuando una de esas mutaciones es beneficiosa, el portador tendrá éxito en su ambiente y transmitirá esa mutación a su descendencia. Y como los que hereden esa mutación positiva también tendrán más éxito en su existencia, seguirán transmitiendola.
Eso sucedió en el caso humano cuando un mono tuvo una mutación en su mano que dió lugar al dedo gordo prensil. Era un inconveniente para balancearse en los árboles pero era muy útil para agarrar con fuerza un hueso del suelo o una rama de árbol y convertirlo en un arma defensiva u ofensiva. A estacazos, ese mono se hizo el amo de la manada y copuló con las hembras y transmitió esa mutación del dedo gordo en algo fundamental para la evolución de la especie: pudieron bajar de los árboles y defenderse a estacazos de los depredadores carnívoros.
Si hubieramos evolucionado siendo herederos de los batracios como los sapos y ranas, así seríamos ahora.
Del éxito evolutivo de la especie humana no cabe duda. Gracias al desarrollo tecnológico y a pesar de las guerras gigantescas habidas en el siglo XX, se ha pasado de ser unos mil millones de habitantes a finales del siglo XIX a ser unos siete mil millones de habitantes al principios del siglo XXI. O sea, en apenas cien años, la población mundial se multiplicó por siete.
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9 comentarios :
Lamarck no estaba tan equivocado como parece, el ADN es flexible, muchos de los genes solo existen como potencial que se desarrolla bajo la presion del entorno.
Es el caso de los niños rubios de emigrantes españoles en Alemania
Zorrete, ese mono es asesor del blog y es muy bueno. No se lo prestaría a Rubalcaba.
Periódico, más bien supongo que esos niños rubios de emigrantes en Alemania serían porque las madres habían copulado con alemanes. Los genes mutan bajo el entorno, pero ciegamente, al azar. Por ejemplo, la radiación cósmica puede alterar el ADN. Si aumenta la radiación, habrá más mutaciones, pero la mayoría serán nefastas o taras. Sólo alguna de vez en cuando es útil y hará que un niño nazca más inteligente o más rubio, o más moreno, o más musculoso, o cosas así. No se conoce ningún caso de un negro cuya descendencia se haya vuelto blanca por vivir entre blancos o de un blanco cuya descendencia sea negra aunque haya vivido toda la vida en Africa. Esto es lo que creía Lamark.
¡Ja ja ja ja! Periódico, eres la pera en bicicleta.
Espero que esta tarde no me traigas ningún libro de Lamarck, ¡por Thor!
Bucan ¿son imaginaciones mías o el batracio de la foto me suena conocido...?
Leona, no sé quien será el hombre rana, la verdad. Preguntaré en la charca donde vive a ver si saben quien es.
el de la foto de rana soy yo, una sobrina me saco esa foto en cura brochero, córdoba
Rodolfo:
Pues haces muy bien el papel, la verdad. Si eres tú el de la foto y quieres que la quite, dímelo. La tomé de Internet de un sitio donde no estaba identificada.
esta todo bien, ya me acostumbre a verla, un abrazo
Rodolfo:
Yo la ví en varios sitios. Algunas imágenes eran de esas desmotivaciones memes que circulan profusamente por Internet. Tuviste una gran inspiración al adoptar la postura para la foto. Lo cierto es que tu imagen se hará famosa.
Me pareció que ilustraba bien el tema del post de la evolución: si nos hubieramos quedado en batracios, así es como seríamos, como tú te muestras en la foto. Todo el día al lado de los lagos y ríos, croando y esperando fornicar ranas, ja, ja.
jajajaja, si, capaz que si, muy bueno tu comentario
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