En EE.UU. ha tenido bastante repercusión el caso del pastel de mierda, según publica el Dailylocal. Tres mujeres jóvenes quisieron gastar una broma a una amiga en la fecha del cumpleaños de ésta y fabricaron un pastel. Pero entre sus ingredientes, usaron unos cagarros que extrajeron de un retrete. Una vez elaborada la tarta, se le entregaron a la homenajeada. Ella comió un trozo delante de las confabuladas amigas, para desternillamiento de risa de ellas y el resto se lo llevó a casa para que lo degustara su familia.
Los miembros de la familia probaron de la tarta y consideraron que tenía un gusto raro, así que tiraron lo que quedaba a la basura. El asunto es que al día siguiente, todos estaban con diarrea. Pensaron en el pastel, así que lo sacaron de la basura. Observaron que apestaba un tanto. La joven víctima de la broma se llevó el pastel para que lo analizaran y encontraron allí restos fecales y que había bacterias E.Coli.
La cosa pasó a los tribunales y las tres bromistas fueron condenadas a veintidós meses de prisión y a tener que recoger, durante doscientas, horas cagadas de perros por las aceras de la ciudad. Esperemos que no aprovechen esas cagadas que recojan para hacer más pasteles.
Este tipo de noticias es lo que hace que cada vez sea más reacio a comer cosas que no he visto cocinar. En una ocasión, en un programa de cámaras ocultas en televisión, pude ver como en la cocina de un restaurante, un cocinero escupía en el aceite de la sartén para ver si ya estaba bastante caliente. En otro local, el cocinero se hurgaba la nariz, se sacaba un moco y se limpiaba el dedo en una hoja de lechuga de la ensalada que estaba preparando. En otra escena se apreciaba como un cocinero maceraba un filete a base de golpes que le daba con el tacón de su zapato. Y así, un montón de muchas más guarradas.
MIENTRAS TANTO
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4 comentarios :
¡Qué asco!
Yo que me lavo las manos constantemente cuando estoy en la cocina, sin tocar el siguiente alimento sin haberlo hecho...
Soy tan escrupulosa con las normas de higiéne que leer lo que cuentas me ha puesto los pelos de punta.
¿Amigas, esas? ¡ja!... ¡A la cárcel sin contemplaciones!
Alguien podía haber muerto, igual que en el restaurante.
Hay gente que no debería formar parte de la sociedad.
Tres ex-amigas.
Sobre los restaurantes solo hay que ver el programa ese de La Cocina del Infierno. Despues del programa el restaurante queda muy bien, pero que pasara cuando lleven tres meses, seguro que vuelven a las andadas.
Y qué hacía un tío con tacones friendo un filete?(juas juas)
Feliz Navidad!!
Suceso asqueroso y que confirma mi deseo de no comer mas fuera de casa aunque, eso si, no pueda evitarlo. Lo de recoger cacas de perro es una penitencia morbosa, Bucan
Feliz Navidad
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