No al porno: Doble Saddam Hussein

Un egipcio que es el doble de Saddam Hussein dijo no al porno. Y ello le trajo problemas serios. El hombre es un calco del dictador iraquí. Un grupo dedicado a rodar películas pornográficas le ofreció unos doscientos cincuenta mil euros por rodar escenas para ellos. Pero el egipcio dijo que no. Le advirtieron de que si no accedía por las buenas, lo haría por las malas. Entonces decidieron secuestrarlo para obligarlo a rodar.

Un día de Septiembre de 2012 le siguieron cuando el hombre iba en el coche. En un semáforo, tres hombres vestidos de negro con pistolas se abalanzaron sobre el doble de Saddam y le golpearon en la cabeza, intentando subirlo a otro coche. El objetivo era secuestrarlo y obligarle a rodar. La gente alrededor miraba aterrorizada pero no hacía nada. Al final, ante la resistencia de la víctima, los secuestradores desistieron dejándole herido. 

OFERTA SOSPECHOSA:

Seguro que muchos dirán que ellos se apuntarían a cobrar una buena pasta por rodar unas escenas folleteando con algunas titis y simulando ser otro. En Egipto, doscientos cincuenta mil euros es una fortuna. Pero aparte de las convicciones de cada cual respecto a eso del porno, cabe pensar que el pelaje de esos tipos que hacían la oferta es para desconfiar. 

Todo tiene la pinta de que si llega a acceder a rodar, le liquidarían después para presentar las escenas como orgías del auténtico Saddam. Todo apunta a que por ahí iba el negocio. Escenas orgiásticas presentadas como auténticas del dictador serían un boom mundial. Pero una vez rodadas, el protagonista real sobraba. Y ya se ve que la actuación del grupo de rodaje era de pura mafia.

PROBLEMAS ANTERIORES:

Ese enorme parecido con Saddam le trajo problemas antes. Cuando  el dictador vivía, fue objeto de ataques por parte de iraquíes exiliados que pensaban que estaban ante el verdadero Saddam. Y cuando se ofrecía una gran recompensa por la localización del dictador, intentaron sacarlo de Egipto y entregarlo como si él fuera el auténtico. 

Dicen que todos tenemos un doble en alguna parte. La mala suerte de este egipcio es que es el doble calcado de un personaje que sólo le ha traído problemas. Un poco más y le ahorcan a él en vez de al verdadero Saddam.

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