En algunos países de
Africa, como Zimbabwe, se cree en la violación mental de mujeres. En un
principio, una especie de hechicería conocida como Mubobobo se usaba para que
los hombres captaran el amor de la mujer que deseaban. Básicamente eran sortilegios para ayudarles a
vencer la timidez ante la mujer de sus sueños. Ahora, muchas mujeres están
convencidas de que esa hechicería ha ido a más y es usada para violarlas sin
tener contacto físico con ellas.
El 20 de Octubre de 2012
la policía detuvo a un hombre que estaba en una parada de autobús mirando fijamente
a una mujer y dando síntomas de estar teniendo relaciones sexuales mentalmente
con ella. La mujer dijo haber tenido sensaciones en sus partes íntimas aunque
el hombre no la había tocado. Lo más sorprendente es que sus bragas no estaban
en su sitio, estaban en una bolsa que el hombre arrestado llevaba en la mano.
Naturalmente, esto es lo que
ha trascendido vía testigos, que se arremolinaron alrededor de la mujer para
escuchar su historia y que incluso golpearon al hombre sospechoso de violación
mental. Porque es evidente que sin contacto físico, nadie puede quitarle las
bragas a una mujer. De todos modos, el hombre fue acusado de indecencia pública,
por algo así como estar haciéndose una especie de macoca en público, con
sudores y contorsiones mientras miraba continuamente a la mujer.
CASO DE DOS MAESTRAS "VIOLADAS":
Periódicamente surgen más casos. Una maestra de nombre Chioniso dijo haber sido víctima
el encantamiento sexual del Mubobobo. Estaba durmiendo y se despertó con la
sensación de haber tenido relaciones sexuales. No fue a trabajar a la escuela. Chioniso
contó su experiencia a otra maestra, Martha, que le dijo que también ella había sufrido el mismo caso. Ambas dejaron de asistir a dar clases
durante una semana.
El Ministerio de Educación
abrió un expediente de despido por abandono del puesto y ellas se defendieron exponiendo que estaban aterradas por la violación mental nocturna que algún
hombre les había hecho. Naturalmente, se presta a pensar que ambas se
escaquearon por motivos personales y se justifican después con el rollo del abuso
sexual mental.
Pero lo cierto es que está
tan extendida la idea de la existencia de los violadores mentales que una gran
número de mujeres en esa zona africana están convencidas realmente de ser
objeto de abusos a distancia. Hasta han fundado una organización para que la
ley prohíba la práctica del Mubobobo y brujerías similares de seducción.
HOMBRES PILLADOS IN FRAGANTI:
Lo que sí se da es que a
veces hay hombres que se introducen en la vivienda de mujeres que viven
solas cuando ellas duermen y entonces,
las miran mientras se hacen una macoca. No las tocan y se van. Alguna mujer se
ha despertado y ha visto al hombre mirándola desde la puerta mientras se la
machacaba.
Algunos de esos hombres
han sido detenidos in fraganti en el domicilio de alguna mujer, por denuncia de
algún vecino que lo vió entrar. Pero la acusación es de allanamiento de morada,
porque no hubo violencia física ni sexual. El problema es que las mujeres si
creen haber sido violadas mentalmente. Y exigen que se les acuse de violación.
Pero legalmente no es posible.
Un caso que tuvo repercusión
en los medios fue el de una mujer que se estaba duchando en su domicilio cuando
sintió una especie de cosquilleo en su zona vaginal. Salió de la ducha y se
encontró con un hombre, Jaleous, que estaba observándola duchándose mientras él
se hacía una macoca. El hombre pudo ser arrestado por la policía, también por allanamiento
de morada con fines indeterminados. Aunque parece que estaban muy claros los
motivos del hombre.
HOMBRES INVISIBLES:
El problema es que estos hombres también pueden haber sido víctimas de una estafa brujeril. Un brujo les ha hecho creer que con sus sortilegios podrán entrar en la casa de una mujer y no ser vistos por ella mientras ellos la contemplan a placer. La prueba es que muchos de los hombres pillados dentro del domicilio de una mujer, hasta se habían quitado la ropa y todo, como si fueran a acostarse con ella realmente y como si estuvieran en su casa y no pensaran en tener que salir corriendo en cualquier momento si la mujer se despertaba o la policía acudía avisada por algún vecino.
El problema es que estos hombres también pueden haber sido víctimas de una estafa brujeril. Un brujo les ha hecho creer que con sus sortilegios podrán entrar en la casa de una mujer y no ser vistos por ella mientras ellos la contemplan a placer. La prueba es que muchos de los hombres pillados dentro del domicilio de una mujer, hasta se habían quitado la ropa y todo, como si fueran a acostarse con ella realmente y como si estuvieran en su casa y no pensaran en tener que salir corriendo en cualquier momento si la mujer se despertaba o la policía acudía avisada por algún vecino.
PSICOSIS GENERALIZADA:
O sea, que si partimos de
que la violación telepática a distancia no es posible, no cabe duda de que las
mujeres de esa región están imbuidas de la creencia de que sí lo es y que
existen hechicerías capaces de hacer que los hombres las posean a distancia y
sin tocarlas.
Una vez que eso se
convierte en psicosis, basta que una mujer vea que un hombre la está
observando para que se autosugestione con que está siendo violada y llegue a
sentir sensaciones eróticas en su cuerpo.
Eso es diferente de los
casos en que los hombres entran en las viviendas de las mujeres solitarias para
verlas desnudas y autosatisfacerse. No las tocan, pero no cabe duda de que
existe una acción de violación de su intimidad al penetrar en el domicilio de
ellas forzando puertas o ventanas.
Pero al final, unos casos
se mezclan con otros y la psicosis de la violación mental se extiende como la pólvora.
Al fin y al cabo, el poder de la brujería es la sugestión. El primer requisito
para que una brujería actúe sobre una persona es que esa persona crea en la
brujería.
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1 comentarios :
Estos africanos son la rehostia, que no inventarán.
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