Amplia repercusión ha tenido en Internet el caso de la escritora desnuda para reivindicar los derechos de autor y denunciar la piratería intelectual. La literata Vanessa Oliveira presentaba su novela “Psicópatas del corazón” en la Bienal de Sao Paulo y apareció casi en pelotas y con pinturas en el cuerpo. No cabe duda de que desnudarse públicamente es la forma más contundente de llamar la atención sobre algo. Esa táctica ya la había usado ella antes en Lima.
Vanessa había escrito una anterior novela titulada “El diario de Marie”, donde narra lo que dice ser la vida auténtica de una prostituta. La propia escritora fue también prostituta antes de dedicarse a la literatura. Y observó en esa ciudad, Lima, como se vendían copias ilegales de la novela en las calles. Considerando que ello conlleva una importante pérdida de dinero para el escritor, fue cuando decidió despelotarse para protestar.
No cabe duda de que las nuevas tecnologías como Internet han facilitado el pirateo de obras de todo tipo, literarias, musicales, cinematográficas, etc… Ello ha supuesto pérdidas de dinero para autores y vendedores. La costumbre del todo gratis que se ha implantado en Internet conlleva a que se copien y se distribuyan todo tipo de obras sin respeto a los derechos. La gente está dispuesta a correr riesgos como que le infecten el ordenador con descargas filibusteras antes de gastarse un poco de pasta en pagar por ellas por canales seguros.
Pero también es cierto que la industria cultural no se ha adaptado con la debida rápidez al nuevo medio tecnológico. Mientras algunas editoriales se han acoplado a Internet como puede ser el caso de Amazon o Lulu, con sus ventas bajo demanda en el caso del papel o su venta inmediata en formato de libro electrónico Kindle o e.pub, otras quedaron ancladas en los viejos procedimientos.
Pero también es cierto que la industria cultural no se ha adaptado con la debida rápidez al nuevo medio tecnológico. Mientras algunas editoriales se han acoplado a Internet como puede ser el caso de Amazon o Lulu, con sus ventas bajo demanda en el caso del papel o su venta inmediata en formato de libro electrónico Kindle o e.pub, otras quedaron ancladas en los viejos procedimientos.
Está claro que Vanessa Oliveira ha conseguido hacer una buena promoción de su libro y de sí misma pues su protesta desnuda pidiendo que se endurezcan las leyes de protección de los derechos de autor ha recorrido la red de redes por todo el mundo.
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