El mini bikini millonario
se diseñó en 2007 y está hecho de platino con incrustación de diamantes. El
valor es de unos treinta millones de dólares. Más que un bañador, es una joya.
Ni tangas ni bikinis cuerdas, que tapan poco pero más que éste. Como puede
apreciarse, es la mínima expresión de un bikini, justo para tapar los botones
de los pechos y el potorro, que obligatoriamente ha de ir depilado para que
luzca. Porque si la portadora es peluda, ni se vería casi.
No es extraño que sea tan
reducido porque si se hace el doble de grande, que apenas taparía nada tampoco,
el precio se dispararía a sesenta millones de dólares y a ver quien es el guapo
que lo compra. Treinta millones es un pico, aunque puede uno estirarse un poco y comprarlo. Pero sesenta millones me parece que sería excesivo.
Una ventaja de este
bañador es que no encoge, no se decolora y no se pasa de moda. Además, deja
mucha superficie de piel expuesta al sol para broncear. Y después, puede usarse
la parte baja como adorno de gargantilla al cuello para ir a una fiesta
nocturna.
El bañador joya tuvo un gran éxito entre los hombres cuando fue presentado. Aunque no es seguro si lo que les gustó fue la joya o la modelo que la lucía. Muchos esperan que se hagan populares copias para el populacho (en metales y piedras más baratos) y que se llenen las playas de mujeres tomando el sol con él puesto.
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