El gran uso de las redes sociales están produciendo pérdidas en las empresas. O al menos, esos son los cálculos de algunos analistas. Las pérdidas vendrían de las horas que los empleados pasan visitando y actuando en dichas redees. Basta ver que según el IORG (Information Overload Research Group), en 2011 y en EE.UU., las pérdidas para las empresas en tiempo de trabajo equivale a seiscientos cincuenta mil millones de dólares. Algo más de la mitad del PIB de un país como España.
Las empresas pueden limitar el acceso a las redes sociales u otros lugares de Internet en los ordenadores de sus oficinas, pero no todas lo hacen. Y los empleados disponen de móviles particulares a través de los cuales pueden conectarse.
La empresa puede recurrir a castigos o despidos contra los empleados que abusan de la conexión de Internet desde el puesto de trabajo. Pero para ello ha de advertir a sus trabajadores de que existirá un control del tiempo y páginas visitadas por cada uno de ellos.
Si no existe tal notificación hecha de forma fehaciente, marcando un protocolo de uso de la red en las horas de trabajo, la empresa se expone a que los jueces anulen el despido del trabajador que abusa de la red basándose en que las pruebas presentadas contra él son ilegales al violar su intimidad.
Y desde luego, la cosa del control se complica si los trabajadores navegan con sus móviles o tablets particulares. Es un fenómeno más de los muchos que produce la existencia de Internet y que tiene influencia en la economía. Siempre ha habido gente que se escaquea en los trabajos.
El escaqueo a base de navegar en Internet es mucho más sutil que el que se producía antiguamente. Por ejemplo, un trabajador de oficina podía simular una enfermedad para darse de baja y ahora puede estar deseando ir a su puesto de trabajo donde tiene Internet gratis para visitar sus redes sociales favoritas u otras webs. En el caso de las Administraciones públicas, dado que tienen grandes plantillas de empleados funcionarios o laborales contratados, puede ser un grave problema.
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