Una mujer italiana podría
ser acusada de acosadora sexual de un policía. Ella es Nina Chifre, que se
manifestaba el 16 de Noviembre de 2013 contra el tren de alta velocidad que se
quiere construir en el norte de Italia. La imagen saltó a la prensa y a las
redes sociales y se convirtió en un fenómeno viral sociológico. Además, la
mujer le besó los dedos y tocó los labios del hombre. El sindicato de la policía
manifestó que se trataba de violencia sexual y ha presentado una denuncia en la
fiscalía.
Los debates en las redes
sociales sobre si lo que había hecho Nina era acoso o no lo era fueron
intensos. Pero Nina alimentó el fuego. Tachó a las autoridades de cerdos y en
Facebook escribió que “no había sido un mensaje pacífico, que colgaría por las
patas a esos asquerosos”. Dejó sin argumentos a los que consideraban aquel beso
y manoseo como un mensaje pacífico.
Por su parte el policía
manifestó que qué hubiera sucedido si él le hubiera tocado el trasero a la
chica. Eso lo responde el jefe del sindicato policial exponiendo que si el
policía le hubiera dado un beso a la manifestante se hubiera armado la Tercera
Guerra Mundial.
Probablemente en sí la cosa
no tiene la importancia que ha alcanzado y que podría llevar a la acusada a la
cárcel por acoso sexual a policía en acto de servicio. Pero desde el punto de
vista de que si fuera al revés, un hombre besando a una mujer policía o un
policía besando a una manifestante hubiera provocado la guerra mundial que dice
el jefe sindical no es raro que los ánimos estén a flor de piel y se produzcan
estos despropósitos.
Generalmente se asocia el
acoso como el del hombre hacia la mujer y raramente al revés. Quizás si se
siguen exacerbando los ánimos llegará un momento en que hombres y mujeres se
vean unos a otros como amenazas.
1 comentarios :
Bien traido Bucan.
No obstante el debate no tiene fundamento.
Para que haya acoso sexual debe existir el principio de autoridad, es decir el acosador debe se run (o una) superior del acosado.
Otra cosa es que el poli la hubiera acusado de violencia sexual o abusos deshonestos, esa es otra historia, pero no de acoso.
No obstante, el fondo en mi opinión no es el beso, sino el que en este mudo sobran los pijoprogres feminazis que se dedican a oponerse a todo lo que signifique prosperidad para un país y fomentan otras actutudes ante los no natos, los viejos y sobre todo ante los varones que son cercanas al racismo.
Un saludo y Feliz Navidad
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