Asistir a un carnaval te
puede conducir a la culopatía o traseropatía, a ver traseros a barullo por todas partes todo el rato. Es lo que me pasó a mí. Primero ves toda la farándula, con las
carrozas que pasan, gentes con disfraces bailando y de repente, ya no ves más
que pompis y más pompis de macizas. No importa donde mires, ves colas.
Esto es lo que ves al principio, como todo el mundo normal. Pero después, las cosas pueden cambiar.
Ves bailarines y bailarinas moviéndose al son de la música. Normal en un carnaval.
De repente, te fijas en un trasero rotundo que se mueve de forma un tanto lasciva. Y aquí empieza por lo visto el contagio o la psicopatía.
No importa a donde mires, empiezas a ver traseros. Al principio piensas que es normal porque estás en una fiesta donde hay muchas bailarinas ligeras de ropa pero de repente te das cuenta que eso de la foto en realidad es un policía de seguridad que está con gorra, porra y escudo. Y tú lo que ves en un pompis de una macizorra.
Por ejemplo, en esta foto
está claro que lo que hay es un sofá. Todos podéis verlo. Pero yo sólo veo un
trasero.
Esto es una señal de tráfico, como podéis ver, pero yo veo el pandero de una maciza. Es algo horroroso esta psicopatología de la culopatía.
Esto es un saco de boxeo de un gimnasio, pero yo, en mi dolencia, también veo ahí unas nalgas rotundas.
Si voy al frigorífico, veo a una tía agachada mostrando el pompis. Como podéis observar, no hay nadie en la nevera.
Podéis ver la mesa de una cafetería. Pues lo que yo veo es a una gachí tumbada sobre ella con las nalgotas al aire.
Esta es la foto de una fuente de un pueblo tìpico. Y nada, que yo veo a una macizorra atándose un zapato con el trasero en primer plano.
Hasta en el metro. Esta es la foto de un guardia de seguridad con porra y todo. Pero sigo viendo un pandero femenino incluso debajo de los pantalones.
Lo mismo pasa con las siguientes fotos. En ellas aparecen cajas, cabinas de teléfono, lavaplatos, televisores, coches, etc. Os daréis cuenta enseguida de ello, pero yo no puedo ver tales objetos, sólo veo nalgas.
Al principio era divertido
pero luego te vas dando cuenta de que es hasta peligroso. Fijaros en ese autobús.
Yo lo que veía era una popa de hipopótamo. Menos mal que se alejaba,
porque si se llega a acercar, me arrolla.
Un aviso: los que no veáis
esas cajas, cabinas de teléfono, neveras, etc, es que estáis también afectados
por la traseropatía o culopatía. Suele suceder por lo visto, aparte de ir a un carnaval como me pasó a mí, a los que hacen
navegaciones intensas en Internet visitando páginas cochinas donde las chicas
muestran sus colas de forma ostentosa.
Bueno, espero que os haya resultado útil lo que he contado sobre la tremenda dolencia de la culopatía. Os dejo con unos dibujos animados de Mario Bros.
Bueno, espero que os haya resultado útil lo que he contado sobre la tremenda dolencia de la culopatía. Os dejo con unos dibujos animados de Mario Bros.
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