Ahora puedes hacer viajes en avión con el abrigo maleta. Es de lo más curioso. Está lleno de bolsillos internos para guardar todo lo que entra en una bolsa de
mano. De hecho, cuando se pliega se convierte en una bolsa. En la foto anterior se puede ver como si fuera una radiografía lo que va dentro de ese vestido: una camisa, un tablet, etc...
Uno de los motivos de esta idea es evitar tener que pagar
por exceso de peso o de volumen. Muchas compañías cobran dinero por cada kilo
de más del autorizado por viajero y además, si la bolsa de mano pasa de cierto
peso o tamaño, ha de ser facturada como equipaje.
Con este tipo de vestidos puedes subir al avión con las
manos libres. Todo va en los bolsillos internos. Hasta llegar al aeropuerto
puedes ir con el vestido plegado como si fuera un maletín normal. Al llegar
allí, lo despliegas y te lo pones para pasar el control de embarque y subir al
avión. Dentro puedes incluso volver a plegarlo para mejor manejo.
No cabe duda de que es una solución para viajeros que usan
frecuentemente los aviones. Muy estético puede que no sea pero es práctico.
Puede que parezca uno un poco como el hombre globo, o como un contrabandista, o que esté gordo, pero
también dependerá de lo mucho que llenes los bolsillos internos.
También puede interpretarse que es como un manos libres. Mientras estás en el aeropuerto te lo pones y no tienes que andar sujetando la bolsa o exponiéndote a que te la roben o la dejes olvidada: con el abrigo lo llevas todo encima.
Las compañías de bajo costo ofrecen billetes con precios más
asequibles pero siempre que no lleves contigo prácticamente equipaje. A medida
que suben los kilos de equipaje, empieza a subir el costo del viaje.
Tiene su lógica, ya que los aviones tienen restringido el
peso y el volumen que pueden transportar. En los vuelos que no son de bajo
coste pagas por el billete lleves o no lleves bultos hasta un peso autorizado,
veinte kilos por ejemplo. En los de bajo coste pagas por el billete según el
peso que vaya contigo.
Lo raro es que no cobren según el peso del viajero. Porque
una mujer menuda que pese cincuenta kilos paga lo mismo que un hombre robusto
que pese cien. No parece tener lógia. Esa mujer menuda con dos maletas de
veinte kilos aún pesa menos en conjunto que ese hombre robusto aunque vaya con
las manos en los bolsillos sin ningún maletín.
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