Error en el atentado contra Hitler | Sobaco Global


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Error en el atentado contra Hitler

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Creo que el error básico en el atentado contra Hitler que cometió el Coronel Von Stauffenberg el 20 de Julio de 1944 al hacer estallar una bomba en una sala de reuniones del Cuartel General conocido como Guarida del Lobo fue el de no asegurarse si el dictador estaba muerto o no.

Von Stauffenberg dejó la bomba bajo la gran mesa de reuniones y salió de la sala simulando que esperaba una llamada importante de Berlín. Cuando salió, unos tres minutos después de dejar la bomba, ésta explotó a las 12:40 horas.

La onda expansiva de la bomba destrozó la sala y salió por las ventanas que estaban abiertas porque hacía bastante calor ese día. El Coronel dio por sentado que había matado a todos y se subió a su coche abandonando el recinto a pesar de que había orden de que nadie saliera del mismo.

No recogió ni su gorra, que había depositado antes de entrar en la sala. Y arrojó por la ventanilla del coche otro maletín con otra bomba, todo ello gemelo del que había usado en el atentado.

Su apresurada partida del recinto de la Guarida del Lobo, abandonando la gorra, sin su maletín y el encuentro en el suelo del otro maletín gemelo conteniendo un artefacto explosivo, derivaron hacia el Coronel las sospechas de ser el autor.



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Todo indica que Von Stauffenberg no meditó bien sus acciones en esos momentos. Había hecho lo más difícil: colocar la bomba y que explotara. Pero después de la explosión debió haber entrado en la sala y comprobar personalmente los daños.

Sin duda el caos dentro de la sala era total. Aparte de los muertos y heridos, el resto estaría bajo shock sin comprender bien que había sucedido. De hecho en los primeros momentos se creyó por parte del servicio de seguridad que había sido una bomba lanzada por algún avión aliado.

El Coronel hubiera podido acercarse a Hitler y ver si estaba o no muerto. Y de estar vivo aún, incluso hubiera podido acabar con él con una ampolla de cianuro que le introdujera en la boca, por ejemplo, si lo hubiera tenido previsto.

En todo caso, de no poder rematar al dictador si aún estaba vivo, como estaba, el Coronel hubiera podido parar la operación Valquiria de ocupar Berlín con las Tropas de Reserva de modo que sus compañeros conspiradores no se delataran como lo hicieron.

Pero Von Stauffenberg lo fió todo a la explosión de la bomba que hubiera sido mortal de necesidad si hubiera estallado en un bunker cerrado de cemento como se pensaba que iba a ser la reunión. Pero ese bunker estaba siendo usado en esos momentos y aparte, el calor aconsejó hacer la reunión en una sala del exterior: las ventanas abiertas liberaron mucha de la energía de la bomba.


Su esposa fue detenida y enviada a un campo de concentración. En Abril de 1945 Hitler dio la orden de matarla pero los norteamericanos liberaron el campo de concentración antes de que se cumpliera la orden. La madre de ella si fue ejecutada. 

El planteamiento del golpe de Estado

El planteamiento del golpe de Estado se basaba en que Hitler resultara muerto en el atentado. Dado que en un principio no se sabría el origen del mismo se justificaría la movilización del Ejército de Reserva y se podrían dirigir las sospechas hacia mandos de las SS y la Gestapo. Ello justificaría que esas organizaciones fueran desarmadas. Por eso digo que Von Stauffenberg debiera haberse asegurado de que el dictador había fallecido en el atentado ya que era la base del proyecto de los conspiradores.

No tenían plan B para el caso de que Hitler sobreviviera al atentado. Si sobrevivía no convenía movilizar al Ejército de Reserva y poner al descubierto a los conspiradores. Hubieran debido esperar a otra oportunidad o enfocar el golpe por otros derroteros: derrocar al hitlerismo por la vía directa de forma que un General del Ejército Alemán detuviera al gobierno y se hiciera con el poder. Pero ello implicaba una labor de captación de voluntades entre los altos mandos del Ejército. El problema estaba en que el sistema de represión era brutal: los que se oponían a Hitler no sólo comprometían su vida sino la de su familia en caso de fracaso. Eso era de una gran efectividad para contener golpes de Estado. 

Salvado por la mesa de madera 

El Coronel se delató al abandonar el recinto rápidamente y el maletin con la bomba que tiró por la ventana del coche confirmaron a las SS que el atentado había sido una bomba de mano colocada por alguien y ese alguien debía ser Von Stauffenberg.

De haber entrado en la sala hubiera podido reconducir mucho más la situación aprovechando el barullo inicial. Basta ver que la bomba estalló a las 12:40 horas y hasta la 15:00 horas no llamó el General Keitel (que no estaba en la conspiración) a Berlin para anunciar que Hitler estaba vivo. En esas más de dos horas el desconcierto fue total.

A Hitler le salvó la mesa de madera sobre la que estaba inclinado viendo mapas en el momento de la explosión. La onda explosiva lanzó la mesa hacia arriba contra el dictador y después se hizo astillas. Muchas de esas astillas se clavaron en las piernas del dictador dejando sus pantalones destrozados pero la mesa protegió la parte superior de su cuerpo de lesiones mortales.

Von Stauffenberg tenía prisa por regresar a Berlín en el avión que le había transportado hasta la Guarida del Lobo (sito en Prusia Orienta, actualmente en Polonia) porque quería hacerse cargo de la movilización de las Tropas de Reserva ya que no se fiaba de su jefe, el General Fromm, que estaba con el golpe pero no estaba: no se oponía pero no estaba dispuesto a ser el que lo dirigiera. Se apuntaba al triunfo si salía bien pero no pensaba arriesgarse a dar la cara.

El Coronel sabía que si él no iba para movilizar las Tropas de Reserva el golpe no se daría con contundencia. Pero debió asegurarse antes de que Hitler estaba muerto o haberle rematado en la sala de reuniones. Porque mientras viajaba en el avión de regreso a Berlin, con el dictador vivo, las fuerzas hitlerianas ya estaban atando cabos y moviéndose para paralizar a los conspiradores.


Von Stauffenberg durante una visita anterior a la Guarida del Lobo. En esa ocasión ya llevaba el maletin con la bomba pero no la activó ya que esperaba hacerlo cuando Himmler y Goering asistieran a la reunión, para acabar con ellos también. Finalmente, cuando vio que éstos no solían ir a esas reuniones, decidió activarla el día 20 de Julio de 1944.


Mala suerte con un Comandante:

Aún así lograron movilizar las Tropas de Reserva y llegaron a detener a Goebbels, el Ministro de Propaganda. Pero los conspiradores habían comentido otro error grave: no cortar las comunicaciones de Goebbels. Ello permitió que el Ministro hablara con Hitler por teléfono, que ordenó que se pusiera al aparato el Comandante Remer que mandaba las Tropas de Reserva.

Hitler le dijo a dicho Comandante que era ascendido a Coronel en ese momento y que detuviera a los conspiradores que estaban dando un golpe de Estado. La mala suerte se había puesto de lado de los conspiradores. Ese Comandante Remer era un fanático  hitleriano y cumplió las órdenes recibidas siendo pieza fundamental para deshacer el golpe.

Remer liberó al General Fromm, que había sido detenido por los conspiradores pues se había negado a colaborar al saber que Hitler seguía vivo. Fromm entonces ordenó detener a Von Stauffenberg y a sus colaboradores más directos: ese mismo día los fusiló en el patio del Cuartel General de Berlín. Con tanta prisa en liquidarlos quería evitar que alguno pudiera hablar e implicarle. Pero a su vez despertó las sospechas de los hitlerianos y al final acabó detenido y asesinado.

Remer sobrevivió a la guerra con el grado de General y en 1950 fundó un partido neonazi, el Partido Socialista del Reich, presentándose a las elecciones y consiguiendo algún diputado. Entre otras cosas, negaban el Holocausto de judíos y persistían en defender ideas hitlerianas. Las autoridades alemanas de la época tomaron cartas en el asunto y declararon ilegal a dicho partido político.


Acabó la guerra ascendido a General como premio por su acción para parar el golpe. Hitleriano convencido, en 1950 fundó el Partido Socialista del Reich defendiendo teorías hitlerianas y consiguió algún diputado en las elecciones. Finalmente las autoridades prohibieron el partido. 

El golpe era posible

El golpe consistía básicamente en que el Ejército (la Wehrmacht) tomara el poder anulando a las fuerzas más hitlerianas como las SS y la Gestapo. Pero aunque muchos mandos del Ejército, como Rommel, estaban de acuerdo, no eran propensos a tomar la iniciativa.

En los primeros momentos de activar la operación Valquiria y movilizar el Ejército de Reserva el golpe funcionaba. Tropas de las SS así como oficinas de la Gestapo fueron desarmadas. Pero pronto empezaron a salir órdenes del Cuartel General de Berlin anulando esas órdenes de detención de SS y Gestapo.

Hubiera hecho falta que muchos más mandos de la Wehrmacht hubieran estado de acuerdo en la sublevación y dispuestos a actuar de forma activa desoyendo las órdenes de Hitler.



Autor intelectual del golpe

El General Olbricht fue el autor intelectual. Jefe de Reclutamiento de tropas fue el que reclamó a Von Stauffenberg para el Cuartel  General de Berlín. Olbricht era anti hitleriano de siempre y había elaborado el plan Valquiria con el fin de reprimir una sublevación interna contra el régimen pero con vistas a usarlo para todo lo contrario: para dar el golpe de Estado. Fue el que activó la operación Valquiria después del atentado sin la autorización del General Fromm, que era el Jefe del Ejército de Reserva. Cuando el golpe falló fue fusilado junto a Von Stauffenberg.

Apunte final

Si el golpe hubiera tenido éxito y hubiera detenido la guerra, se hubieran salvado muchas vidas y bienes. Desde la fecha del golpe hasta el final de la guerra murieron o fueron lesionadas tantas personas como desde el comienzo del conflicto hasta dicha fecha. 



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