Ha quedado en el misterio lo que sucedió con un violador y asesino en serie de mujeres, quizás uno de los mayores. Se trata del húngaro Bela Kiss, nacido en 1887 y que tenía una fábrica pequeña de hojalata en un pueblo cerca de Budapest. Estaba casado y descubrió que su mujer tenía un amante. No se anduvo por las ramas. Liquidó a su esposa y al amante de ésta, ocultando sus cadáveres de la forma que después veremos.
Siguió tan tranquilo en su casa con una señora que hacía de ama de llaves. Al ama de llaves y vecinos les contó que la esposa asesinada se había ido de viaje, que le había abandonado yéndose con un amante.
Entonces se dedicó a contactar por correspondencia con mujeres solitarias que buscaban relación.Intercambiaba cartas con ellas y camelaba a las que le contaban que vivían solas y sin familiares. Las convencía para que cogieran el dinero que tenían y se trasladaran a vivir con él. Se casarían y serían felices.
Era un hombre bien parecido y aficionado a la buena vida. Gustaba de dar fiestas y los vecinos siempre le veían acompañado alguna mujer de buena posición. La mayoría venían de Budapest, vestían bien y tenían buenos modales.
Era un hombre bien parecido y aficionado a la buena vida. Gustaba de dar fiestas y los vecinos siempre le veían acompañado alguna mujer de buena posición. La mayoría venían de Budapest, vestían bien y tenían buenos modales.
Pero de boda y felicidad nada. Las violaba, las robaba y las asesinaba. Mujer que llegaba a la casa de Bela no salía viva. Al menos 23 desgraciadas cuyos cuerpos se pudieron recuperar posteriormente fueron liquidadas por el monstruo.
Se descubren los crímenes:
Entonces sucedió algo. Estalló en 1915 la Primera Guerra Mundial y Bela fue movilizado. Tenía algo más de cuarenta años y no quería luchar simulando una enfermedad cardíaca. Pero le declararon acto y le enviaron al frente. Pronto se las apañó para hacerse el enfermo y fue enviado a un hospital en Serbia.
Allí decidió desertar. Intercambió su documentación con la de un soldado fallecido en el centro y se dio a la fuga. En un principio se le dio por muerto a Bela y llegó la noticia al pueblo donde residía. En 1916 escaseaba en combustible y las autoridades del pueblo decidieron requisar el combustible que sabían que Bela había acumulado en su sótano.
Los bidones de la foto contenían cuerpos desnudos de las víctimas del monstruo perfectamente conservados en alcohol
Cuando comenzaron a abrir los bidones hubo sorpresa macabra. Estaban llenos de alcohol y dentro hallaron los cadáveres de algunas de las víctimas del monstruo: estaban desnudas y estranguladas. Enterrados en el suelo del sótano estaban los restos de la esposa de Bela y del amante de ésta.
Otros cadáveres fueron desentarrados cavando en el jardín de la casa. En total 24 mujeres y un hombre. Se investigó y averiguó que todas las mujeres eran solteras o viudas con dinero y que habían intercambiado correspondencia amorosa con un tal Hoffman. Pronto dedujeron que el tal Hoffman no existía y que era el seudónimo que empleaba Bela para engañarlas.
Por si todo esto no fuera suficiente, se observó que las féminas asesinadas tenían unos punzamientos en el cuello por donde se habían desangrado. Se estimó que Bella había succionado la sangre de sus víctimas por dichos orificios. Ello le valió ser denominado como "el vampiro de Cinkota", haciendo referencia al pueblo donde sucedieron los hechos.
Por si todo esto no fuera suficiente, se observó que las féminas asesinadas tenían unos punzamientos en el cuello por donde se habían desangrado. Se estimó que Bella había succionado la sangre de sus víctimas por dichos orificios. Ello le valió ser denominado como "el vampiro de Cinkota", haciendo referencia al pueblo donde sucedieron los hechos.
Misteriosa desaparición:
La policía se dio cuenta de que el soldado muerto y cuya documentación le identificaba como Bela Kiss era un hombre joven. No podía ser ya que Bela pasaba de los cuarenta años. Dedujeron que había realizado un trueque de identidad y se dio orden de búsqueda y captura del desertor y asesino.
Nadie sabe a ciencia cierta lo que fue del monstruo. Los avisos policiales se enviaron a montones de países advirtiendo de la peligrosidad del sujeto. Se reportaron avistamientos de él en Budapest y hasta en Turquía.
La pista más certera se estima que fue la de un soldado de la Legión Extranjera Francesa que dijo haberle conocido: Bela le había hecho confidencias sobre su habilidad para engañar y estafar a mujeres con dinero. Pero esa persona sospechosa de ser Bela ya había dejado la Legión y marchado a saber donde.
Tiempo después un policía norteamericano creyó haberle visto en el metro de Nueva York en 1936 aunque no pudo detenerle ya que se le escabulló entre el gentío. Y el misterio de su paradero continuó sin resolverse. Lo peor es que no es de descartar que dado el carácter del personaje hubiera seguido haciendo de las suyas en diversos lugares sin que fuera descubierto.
La casa de la izquierda es donde sucedieron los hechos
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