En Holanda se produjo una crisis ya famosa en los estudios económicos que fue conocida como la Burbuja del Tulipán. La gente empezó a invertir en bulbos de tulipán y los bulbos comenzaron a subir de precio. Todo el mundo compraba bulbos, se endeudaba para comprar bulbos, hasta se hipotecaban casas para invertir en bulbos.
Y cada vez había más bulbos y más subían los precios de los bulbos. Al final el negocio colapsó y la ruina alcanzó a miles y miles de inversores en bulbos de tulipán.
Y cada vez había más bulbos y más subían los precios de los bulbos. Al final el negocio colapsó y la ruina alcanzó a miles y miles de inversores en bulbos de tulipán.
En España, sucedió algo muy similar desde la entrada del país en la UE hasta el 2008 en que lo que se conoce como Burbuja Inmobiliara o Ladrillazo. La gente empezó a comprar viviendas y las viviendas comenzaron a subir de precio. Y muchos comenzaron a pedir hipotecas a cada vez más años de amortización, treinta años, cuarenta años, para hacer frente a la compra de viviendas a precios cada vez más altos.
Y cada vez se construían más viviendas y cada vez eran más caras. El record fue llegar a 800.000 viviendas construídas por año. Las entidades financieras pedían prestado dinero en el mercado financiero de Francfurt a corto plazo para seguir prestando dinero a largo plazo a los compradores de vivienda.
De repente, la crisis financiera originada por las hipotecas subprime de USA cortó el grifo del dinero y la venta de viviendas se paró en seco. El ladrillazo cayó a plomo sobre el país. De manera que los ladrillos sobraban por todas partes. Pero los investigadores descubrieron que el ladrillo tenía unas propiedades alimenticias extraordinarias. Su consumo reducía el colesterol.
De forma que se ha encontrado una salida para la crisis del ladrillazo: comer ladrillos. Así que ya saben, UN LADRILLO MEJOR QUE UN SOLOMILLO. Ponga un ladrillo en su dieta. ¡UMMM!. Rico, rico.
(Nota Redacción: Recomendamos pulsar a continuación "comentarios" de éste artículo y leer el enviado por "anónimo" sobre el "descubrimiento de encimas para digerir materiales de construcción": no tiene desperdicio. !Ja, ja, ja!.)
4 comentarios :
¿Y de que variedad es el ladrillo?. Porque no se especifica para la receta si es de tocho, de chalete o de adobado?.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Justin Case-Getafe
SI LA CRISIS se le hace insoportable, no tema: muy pronto podrá comerse su propia casa. Científicos de la Universidad Rey Juan Carlos I han desarrollado una enzima que se comercializará en forma de comprimido. Al tomarlo, el estómago humano podrá digerir materiales como el ladrillo, la escayola, la tarima, azulejos, moqueta, maderas, etc.
En cualquier caso, la solución es especialmente apetitosa para aquellos que tienen una segunda vivienda vacacional y que no pueden disfrutarla, sea por motivos económicos o porque la promotora ha quebrado antes de finalizar las obras. A estas urbanizaciones podrá accederse libremente con cuchara y tenedor para comérselas.
Pero tampoco hay que desdeñar la posibilidad de que uno al llegar de trabajar todas la tardes (o al volver del Inem), pueda ir comiéndose poco a poco su propia casa. Por un lado, se recupera la inversión en una hipoteca abusiva, y por otro lado, no hace falta ni pasar por el híper.
“La mampostería puede resultar un primer plato muy agradable, y en invierno cuando apetecen los platos de cuchara, no hay nada como un buen pote de hormigón caliente”, dijo Pepe Domingo Stevenson, el director de la investigación. “La madera por otra parte es buen sustituto de la carne, sea en forma de tarima, rodapié o puertas.
Hay que tener en cuenta que una puerta puede alimentar a una familia durante un mes”. Para postre se recomiendan los textiles (moquetas, cortinas, etc) pero las persianas también pueden servir en un momento de urgencia.
En el lado negativo: el cristal sigue siendo demasiado peligroso de comer y el acero, demasiado duro. Pero lo bueno, señala el estudio, es que los materiales de construcción ni siquiera necesitan refrigeración y no tienen fecha de caducidad.
En Estados Unidos ha despertado enorme interés este descubrimiento. Un empresario de Illinois ha anunciado que abrirá un restaurante temático tipo buffet de materiales de obra. En España, Telepizza ha anunciado que muy pronto empezará a ofertar una pizza con base de escayola y aderezada con serrín.
Mientras, todos los bares de España están esperando el momento para sustituir las tapas por pedazos de ladrillo en escabeche.
(del blog de Burbuja Inmobiliaria)
Oche, que el verdín que tiene el ladrillo que se va a comer el tío ese tiene muy buen aspecto. Se ve que el ladrillo está en su punto. Y muy bueno el comentario anterior, sobre lo de comerse la propia casa. ¿Donde venden esas enzimas?. Porque yo le tengo echado el ojo a una viga para ésta Navidad.
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