Para un chico o un hombre al que le guste una mujer y aspire a disfrutarla carnalmente es catastrófico caer en el pozo de amigo sin derecho a roce, por no hablar de que llegue al nivel de pagafantas. Porque una vez convertido en esa clase de amigo, podrá hablar con ella y escuchar sus confidencias, pero no podrá tocarla. Incluso podrá llegar a escuchar como ella le cuenta la manera que algún otro tocó sus pechos y su trasero el último fin de semana, pero él no los tocará. Puede ser que ella no se percate de los deseos pasionales que despierta en él o puede que finja no darse cuenta porque le viene bien tener a un cortesano que la acompañe en ciertos momentos.
Si el hombre no expone claramente a la mujer sus intenciones desde casi el principio y opta por hacerse el amigo que la valora por su forma de expresarse o su inteligencia o lo que sea, ella puede creerse de verdad que él no tienen interés sexual. O puede fingir que se lo cree y le sigue dando carrete. Si ella quiere hacerse ver ante un chico que le gusta, puede usar al pardillo amigo sin derecho a roce para que la acompañe por los locales que el otro frecuenta y así no aparecer sola, como si fuera una buscona o alguien a quien nadie hace caso.
Hay mujeres incluso profesionales del tema. En grupos de dos o tres, salen a buscar novio conveniente como futuro marido y ligan con hombres que en principio reúnen condiciones para sus anhelos. Consiguen que las inviten a cenar y mientras tanto, les observan e interrogan. Ellos creen que van a triunfar esa noche pero ellas, después de la cena, desaparecen si, como suele sucede, los tipos no son considerados adecuadamente cualificados. Suelen ser conocidas por el nombre de “levantacenas”. En general, las que no están especializadas en cenar a costa de ligones, sino que se limitan a dejarse cortejar para después desaparecer, suelen ser conocidas como “calientapollas”. Crean tales expectativas en los hombres que ellos ya se relamen pensando en el festín cuando de repente ven que ellas se esfuman dejándoles con dos palmos de narices y algo más.
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12 comentarios :
Ahi mucho pardillo, y no quiero señalar
Esto son cosas de jóvenes, digo yo.
Ni cuando lo era tuve un amigo pagafantas porque a los 15 años ya tenía novio formal, je je je...
Y ahora que soy libre como el viento, tengo amigos en el amplio sentido de la palabra. Ninguno tiene derecho a roce porque entonces ya no sería un amigo.
Debo ser muy anticuada, pero el sexo como pasatiempo no me atrae en absoluto.
En la Uni, tenía dos amigos candidatos a pagafantas. Pero no lo cuentes a medias jaja!!, eso funciona como una simbiosis. Al final, los dejé a los dos muy bien "colocaditos", todavía me dan las gracias cuando nos vemos.
Te robo un trocito, solo un poco, Bucan, de esta blogueróa. Levantacenas y calienta platos, todo junto, ....
El pagafantismo y el tontiprogresismo son dos problemas muy graves en las sociedades desarrolladas.
Levantacenas... me parto jejeje
MJ
Cuando me sobraban unos quilos (y no tantos) me solían decir eso de "es que te quiero como amiga" (y chavales normalitos colados de la modelo de turno que los trataba mal) y si se me ocurría ir llorando por los rincones me decían: "¡madura!".
Y sin embargo estos pobrecitos deben ser dignos de lástima porque nosotras somos tan malas... ¡snif!
Anónima, pareces estar hablando de noviazgos de chavales o de enamoramiento. El post se refiere más que nada al "derecho al roce", no al noviazgo ni al enamoramiento. Al hombre le desconcierta que una mujer que dice ser su amiga no le deje tocar sus tetas, por poner un ejemplo. Es raro que si una mujer, incluso pasada de peso como apuntas,le pide sexo, o roce, a un amigo, éste no acceda. Es diferente si lo que ella pretende no es roce, sino noviazgo o matrimonio.
Bien puedes tener razón en que el fin es distinto, pero al fin y al cabo los medios son los mismos. Cuando alguien quiere roce con una amiga y ésta no, ¿para que pagarle más fantas? El comportamiento se puede asemejar a la chica enamoradiza que acosa a su "ídolo" mediante llamadas, mensajes en redes sociales, encuentros casuales... Nadie conseguirá nada ninguno de los casos. En ambos casos la "víctima" cree que se ríen de ella, que se están aprovechando de su amistad, etc. No tiene solución por parte del "abusador/a" ya que no tiene sentido que cambie de opinión. Por lo tanto el error está en pensar que la víctima tiene derecho a que el que tiene conductas abusivas hacia su persona deje de hacerlo. El error es no salir de ese círculo, valorarse lo suficiente como para romper conductas viciadas y que nos hacen daño y rodearse de personas nuevas. Cambiar nuestras actitudes muchas veces nos hace descubrir nuevos resultados. Así que pagafantas obsesionados.. ¿Qué tal si dejais de pagarle las fantas infructuosamente a alguien que no quiere lo mismo que vosotros y abrís los ojos para descubrir aquellas que sí os pagarían las fantas pero que pasais de ellas porque en una obsesión ya no se ve más allá?
La misma de antes
Buen consejo Anonima, pero viene bien intentarlo antes de tirar la toalla.
Lo mejor es buscar el momento adecuado, poner cara de sinceridad y darle un buen morreo jejeje. Si funciona bien, si no a otra cosa...
Hay mujeres tan atractivas que a veces es difícil evitar caer.
MJ
Anónima, creo que la diferencia entre las actuaciones del hombre y la mujer está en que al hombre le suele mover el impulso sexual puro y duro. De ahí su empecinamiento en pagar fantas y esperar algún día la recompensa contra todo raciocinio.
Como dice MJ, hay mujeres tan atractivas que a veces es difícil evitar caer. Puede que no sean guapas o bellas, pero si son "atractivas" sexualmente para un hombre, él trata de fornicarlas. Pero quizás no se atreve a entrar abiertamente por no estar seguro de sus fuerzas y entonces finge ser un buen amigo. Está perdido, ella le acepta sin derecho a roce. urrido.
Bucan y anónimo, estoy de acuerdo con que el atractivo sexual de una persona muchas veces nos hace perder el norte, pero no es algo exclusivo de vosotros.
Pero el hecho de que las pulsiones sexuales del hombre sean distintas que las de las mujeres no significa que ninguno de los dos sexos tengamos que perder la capacidad de razonar.
¿Que hay que intentarlo? Evidentemente, si no, estaríamos hablando de cobardía. El problema es seguir intentando lo que no resulta una y otra vez. Si uno quiere nuevos resultados tiene que cambiar de estrategia.
Un saludo y un placer debatir con vosotros.
Anónimo, pienso que el que acaba de amigo sin derecho a roce no es un pardillo generalmente, aunque al final acabe de pardillo o pagafantas. Lo que intenta generalmente es conseguir acostarse con una mujer que sospecha con cierto conocimiento de causa que no le considera su tipo, o es fiel a su novio o su marido, etc...
Entonces, oliéndose que por la via del ligue o seducción directa no va a tener nada que hacer, opta por la vía de hacerse el "buen amigo", simpático, servicial y tal. Y entonces ella eso lo acepta y él espera su oportunidad de meter.
Lo que pasa es que no triunfará porque ella lo ha aceptado como el "buen amigo" y por tanto, lo encasilla en lo de amigo sin derecho a roce. Pero él no pierde la esperanza que en un momento de debilidad de ella, caiga. Habrá triunfado. Normalmente no sucederá y seguirá de amigo sin derecho a roce o incluso entrará en el nivel de pagafantas si ha dado con una jeta.
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