La señora Hodges fue golpeada por un meteorito. Un caso de curiosa casualidad fatal aunque ella sobrevivió. Sufrió un tremendo golpe en la zona de la cadera, como se aprecia en la foto anterior. Sucedió el 30 de Noviembre de 1954 en la ciudad de Sylacauga, en Alabama, (EE.UU.).
Ella se había tumbado en el sofá de su salón para echar una cabezada cuando sintió el tremendo impacto de algo que había llegado del techo. Entonces pensó que había sido obra de algún muchacho gamberro que le había tirado una piedra desde el tejado.
Pero cuando se encontró la "piedra" y fue analizada se comprobó que era un trozo de un meteorito llegado del espacio. Habría atravesado a gran velocidad el tejado de la casa hasta golpear a la mujer.
DISPUTA POR LA PROPIEDAD:
Esos trozos llegados del espacio tienen valor económico. Son deseados por coleccionistas, geólogos, investigadores, museos, etc. Las ofertas de compra llegaron pero el dueño de la casa donde la mujer vivía de alquiler dijo que el trozo de meteorito era suyo ya que había caído en su propiedad.
La mujer alegó que no, que era la que vivía allí y la que había sufrido el impacto en su cuerpo. Finalmente la justicia dictaminó que era ella la propietaria y lo vendió por lo equivalente a unos cinco mil dólares al valor actual.
DIFÍCIL PERO NO IMPOSIBLE:
Este es un caso claro de que aunque sea difícil no es imposible que alguien pueda ser víctima directa de una roca llegada del espacio. Generalmente son de tamaño pequeño y se deshacen en la atmósfera terrestre.
Cuando el pedrusco galáctico no es tan pequeño no llega a quemarse del todo y estalla en trozos más pequeños que salen como proyectiles. De vez en cuando el pedrusco es tan grande que esa explosión contra la atmósfera por calentamiento al roce con el oxígeno libera una energía del orden de una bomba atómica o de varias arrasando todo lo que se encuentra en kilómetros. Hasta ahora, los casos de grandes explosiones de este tipo no se han producido sobre una ciudad afortunadamente.
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